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Fundación Milán y Prada: Thomas Demand

La imagen volée, una exposición colectiva comisariada por el artista Thomas Demand, ve una instalación diseñada por el escultor Manfred Pernice, y ocupará dos niveles de la galería Norte y el Cine de la oficina de Milán. La inauguración abierta al público tendrá lugar el jueves 17 de marzo, de 19 a 21 horas.

Fundación Milán y Prada: Thomas Demand

La volea de imágenes incluye más de 90 obras de más de 60 artistas desde 1820 hasta la actualidad. la intención de Demanda de Thomas es investigar a través de la exposición las formas en que todos nos referimos a modelos preexistentes y cómo los artistas siempre se han referido a una iconografía anterior para crear sus propias obras. Explorando los límites entre la originalidad, las invenciones conceptuales y la difusión de copias, “L'image volée” se centra en el robo, la noción de autor, la apropiación y el potencial creativo de estas búsquedas.

El itinerario expositivo presenta tres posibles direcciones de investigación: la apropiación física del objeto o de su ausencia, la sustracción relativa a la imagen más que al objeto concreto y, finalmente, el acto de robo a través de la propia imagen. 

La primera sección contiene fotografías, pinturas y películas en las que el objeto sustraído o desaparecido se convierte en corpus delicti o escena del crimen. Hay obras que recuerdan más directamente la imaginación criminal, como la denuncia enmarcada de Maurizio Cattelan –Senza titolo (1991)– tras el robo de una obra inmaterial, o Stolen Rug (1969), una alfombra persa robada a pedido de Richard Artschwager para la exposición “Arte por Teléfono” en Chicago. Además, hay obras que evocan la ausencia, fruto de un robo, como el lienzo de Adolph von Menzel Friedrich der Grosse auf Reisen (1854), mutilado para obtener retratos más pequeños. Otras obras, sin embargo, parten de un proceso de alteración de obras de arte preexistentes, como Richter-Modell (interconti) (1987), un cuadro de Gerhard Richter transformado en mesa por Martin Kippenberger y Unfolded Origami (2016) por Pierre Bismuth haciendo un nuevo trabajo a partir de carteles originales de Daniel Buren. Estas obras exploran la noción del control del autor sobre su propia obra.

La segunda parte de la exposición analiza la lógica de apropiación dentro del proceso creativo. Se parte de la idea de falsificación y falsificación, ejemplificada en los billetes reproducidos a mano por el falsificador Günter Hopfinger, para luego adentrarse en las prácticas cercanas al llamado Arte de la Apropiación. En Duchamp Man Ray Portrait (1966) Sturtevant, por ejemplo, recrea la fotografía de retrato de Marcel Duchamp realizada por Man Ray, reemplazando tanto al autor como al sujeto de la fotografía. Otros artistas llevan al límite la lógica de la falsificación, incluso apropiándose de la identidad de otro artista. Otras obras son el resultado de alteraciones de obras o imágenes preexistentes como las desfiguraciones de Asger Jorn o los collages de Wangechi Mutu, que incluyen ilustraciones médicas y dibujos anatómicos, y de artistas como Haris Epaminonda, Alice Lex-Nerlinger y John Stezaker que en sus obras incorporan postales, fotogramas o imágenes de archivo. Otros autores, como Erin Shirreff y Rudolf Stingel, realizan sus pinturas o videos utilizando como fuente una reproducción fotográfica de una obra de arte pasada.
Este apartado continúa con un conjunto de obras en las que los artistas toman prestado el elemento visual de otro medio o lenguaje, o realizan un acto de descontextualización de la propia imagen. Thomas Ruff en jpeg ib01 (2006) altera una imagen tomada de la web, Anri Sala en Agassi (2006) explora el potencial del medio cinematográfico para revelar dinámicas temporales ocultas, Guillaume Paris en el video Fountain (1994) repite una breve secuencia de la película de animación Pinocho (1940). El itinerario de la exposición en la planta baja de la galería North también incluye obras escultóricas de Henrik Olesen y nuevas obras creadas por Sara Cwynar, Mathew Hale, Oliver Laric y Elad Lassry.

La tercera parte de la exposición se encuentra en la planta sótano de la galería Norte, utilizada por primera vez como espacio expositivo. Este último apartado subversivo de “L'image volée” aborda la cuestión de la producción de imágenes que, por su propia naturaleza, revelan aspectos ocultos a nivel privado o público. En la videoinstalación Blue Line (Holbein) (1988), John Baldessari inserta una cámara oculta que reproduce imágenes robadas del público dentro de un espacio adyacente, cuestionando el propio papel del espectador. Sophie Calle en la serie The Hotel (1981) combina el lado privado y el artístico en su investigación, revelando detalles íntimos de la vida de personas desconocidas. Un núcleo de obras desarrolla una reflexión a nivel público o abiertamente político.
Christopher Williams en SOURCE… (1981) revela perspectivas no oficiales de la comunicación institucional, seleccionando de un archivo público cuatro fotografías de John Fitzgerald Kennedy que retratan al presidente estadounidense de espaldas y por ello juzgadas no aptas para su difusión en su momento.

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