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Cumbre de inmigrantes e Innsbruck, gobierno dividido. Salvini: línea dura

El número uno de Interior apoyará el parón a los desembarcos hasta que, dijo, se encuentre un acuerdo sobre la redistribución de los migrantes. Sin el primero, no hay acuerdo sobre los movimientos secundarios. Pero de esta manera entra en conflicto con Moavero Milanesi, quien en cambio confirma los compromisos internacionales de Italia. Chispas con Toninelli. Y desde Alemania, Seehofer advierte: "Conversaciones muy difíciles con Italia"

Cumbre de inmigrantes e Innsbruck, gobierno dividido. Salvini: línea dura

Sobre inmigración, el Gobierno hablará "con una sola voz", asegura el ministro del Interior, Matteo Salvini. Sin embargo, en el equipo de Giuseppe Conte la ruptura parece evidente. A dos días de la cumbre sobre migrantes con sus Parisinos de la Unión -prevista para el 12 de julio en Innsbruck-, el número uno de Viminale reitera que, tras la parada de los barcos de ONG, el objetivo es evitar que atraquen en puertos italianos también para barcos de otros países de la UE: "Redefinir los contenidos de las misiones internacionales, que no pueden descargar todo y a todos en Italia, será el siguiente paso inevitable", explica Salvini en una entrevista con Mensajero.

En otras palabras, el ministro del Interior pretende evitar cualquier tipo de desembarco hasta que Europa encuentre un acuerdo sobre la redistribución de los inmigrantes. "Dado que el Consejo de la UE ha decidido que todo sea voluntario - continúa Salvini - Italia también hará sentir su voluntad". Sin embargo, el tema sigue candente y no parece haber total armonía dentro del gobierno: primero el desacuerdo con el ministro de Defensa, luego el distanciamiento del canciller Enzo Moavero Milanesi lo prueban. Finalmente, en las últimas horas, el tira y afloja con el ministro de Infraestructura Danilo Toninelli por el desembarco de 60 náufragos, recogidos cerca de la costa libia por el remolcador italiano Vos Thalassa: para Salvini deberían haber sido confiados a la costa libia Guardia. Al final se decidió entonces que los náufragos deberían ser confiados al "Diciotti", un barco de la Guardia Costera italiana, pero la diversidad de opiniones entre los ministros se mantiene. “La guardia costera italiana no puede reemplazar a la libia, especialmente si sus colegas africanos ya han tomado medidas”, es la última palabra de Salvini. Y el choque rebota en Twitter:


Choques internos, tensiones en el exterior.  "Habrá conversaciones difíciles, muy difíciles con Italia y Grecia, pero pueden salir adelante", de hecho comentó Ministro del Interior alemán Horst Seehofer respondiendo a una pregunta sobre las devoluciones desde Alemania de inmigrantes que ya han pedido asilo en esos países.

Sobre este mismo tema, hace apenas dos días se produjo un enfrentamiento interno en el gobierno. El viceprimer ministro de la Liga Norte había publicado este tuit:

Y poco después desde el Ministerio de Defensa, encabezado por la pentastellata Elisabetta Trenta, había llegado una polémica respuesta: “Eunavformed es una misión europea a nivel Exterior y de Defensa, no Interior. Lo que hay que cambiar son las reglas de enfrentamiento de la misión y para ello hay que hacerlo en las oficinas competentes, no en Innsbruck”.

No solo. En la cumbre de Austria, Salvini también pretende negar la colaboración de Italia con Alemania y Austria en el frente de los movimientos secundarios: “En el expediente italiano no hay ninguna hipótesis de retorno a Italia de los que se han ido al extranjero – dice de nuevo el viceprimer ministro a Il Messaggero – Esto es lo último que puede pasar”.

Pero el canciller Enzo Moavero Milanesi, cuando se le preguntó sobre la posición de Italia con respecto a una posible revisión de la misión Sophia de la UE para el rescate de migrantes en el mar, cortó cualquier duda: “No nos retiramos de los compromisos internacionales, estamos de lleno dentro y no pretendemos movernos fuera del marco del derecho internacional, por tanto también europeo”. 

 

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