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Marcha sobre Roma: lo que sucedió el 28 de octubre hace cien años. El horror fascista, los errores de la izquierda – OCURRIÓ HOY

Hace cien años, el 28 de octubre de 1922, la marcha sobre Roma de los fascistas. Se abre la fase más oscura de Italia. Un análisis de las responsabilidades de la monarquía y los errores y divisiones de los demócratas que facilitaron el ascenso de Mussolini

Marcha sobre Roma: lo que sucedió el 28 de octubre hace cien años. El horror fascista, los errores de la izquierda – OCURRIÓ HOY

Il Octubre 28 1922 era el dia de Marcha sobre Roma (''y alrededores'' como quiso titular Emilio Lussu el relato de aquel suceso). Cosa è successo? La organización paramilitar del fascismo -bajo la dirección del llamado quadrumvirato, constituido el 16 de octubre, integrado por Italo Balbo, Cesare Maria De Vecchi, Emilio De Bono y Michele Bianchi y destacado en Perugia- comenzó a movilizarse el 27 con la orden de ocupar las Prefecturas, las oficinas de correos y telégrafos y las redes telefónicas. ''El ejército de los camisas negras'' tenía un armamento chapucero y no habría podido resistir un choque con las tropas regulares, tambaleantes en la vía de acceso a la capital a las órdenes del comandante de esa plaza, general Pugliese.

Marcha sobre Roma: lo que sucedió el 28 de octubre de 1922

La mañana de la Octubre 28 1922 Luigi Facta (el presidente de ''Yo confío'') trajo el decreto sobre la proclamación del estado de sitio al soberano, pero Vittorio Emanuele III no quiso firmarlo; así, las escuadras fascistas entraron en Roma sin ser molestadas (aunque hubo enfrentamientos en el barrio de San Lorenzo), saqueando las oficinas sindicales, socialistas y comunistas. En los días inmediatamente posteriores hubo algunos intentos de mediación, rechazados por Mussolini; el rey decidió entonces convocar al Duce para encomendarle la tarea de formar gobierno. Lo que sucedió el 30 de octubre.

Mussolini se presentó en el Quirinal con una camisa negra, pidiendo disculpas al soberano por no haber podido llevar un atuendo más adecuado, pues -dijo- "rebajado de la batalla" (en realidad Benito Mussolini, durante el desfile de sus escuadras, había retirado en Milán, a tiro de piedra de Suiza, donde pretendía refugiarse si fracasaba la aventura). Dirigiéndose al Rey (¡cuando era director de Avanti! lo llamaba Don Vittorio Savoia) decía: ''Traigo a Vuestra Majestad la Italia de Vittorio Veneto, reconsagrada por la victoria y soy fiel servidor de Vuestra Majestad''. En este escrito, sin embargo, pretendemos denunciar las graves responsabilidades del sectarismo ideológico de los partidos de izquierda que los hizo ciegos y sordos a lo que sucedía en el país.

El avance del Partido Fascista, los errores del PSI y los Popolari

Con base en las últimas elecciones realizadas en el país, la PNF (Partido Nacional Fascista) constituía una minoría del país. Tras las elecciones administrativas de 1920 en las que los socialistas conquistaron más de 2 municipios (1600 populares), en la posterior contienda política, que tuvo lugar el 15 de mayo de 1921, ya se podía vislumbrar el inicio del declive del PSI que obtuvo 123 escaños. (ya había habido a principios de 1921, en el Congreso de Livorno, la escisión del Pc d'I que eligió a 15 diputados), mientras que los populares ganaron 8 diputados más. Los fascistas obtuvieron 35 escaños, los nacionalistas 10 (unidos en los llamados bloques nacionales junto a las listas liberales).

Pero los socialistas y los Popular  no pudieron presentarse como una alternativa real. Si los populares tuvieron que vérselas con la Iglesia católica interesada en la línea conciliadora ofrecida por Mussolini y obviamente hostil al "peligro rojo", los socialistas lo hicieron todo solos (aunque es innegable que las milicias fascistas habían usado un puñado de hierro contra el Partido y la CGIL). Empezando por la solicitud de adhesión a la III Internacional. El programa de la mayoría maximalista consistía en ''hacer como Rusia'', instaurar la república socialista y la dictadura del proletariado, socializar los medios de producción y de cambio y todo lo demás pasado el convento del ''mito bolsevik''. Por lo tanto, en nombre de la revolución proletaria, cualquier posible entendimiento con otras fuerzas fue rechazada por esa mayoría. Como prueba de la impotencia sectaria que manifestaba entonces el PSI, bastaría leer las actas del XIX Congreso Nacional celebrado en Roma del 1 al 4 de octubre de 1922 (es decir, pocas semanas antes de la Marcha sobre Roma) y tomar nota de la agenda con la que había sido convocado: ''Situación interna del Partido y su actividad política en el país y en el Parlamento. Apoyo del gobierno y participación en el poder en el régimen actual''.

Psi dividida y fragmentada, el declive entre escisiones y agravios

Bailando ahora al borde del precipicio, los socialistas completaron ese división que había estado en las cosas durante algún tiempo (que se había evitado en Livorno y Milán). Los maximilistas decidieron expulsar a las corrientes reformistas y centristas en cumplimiento de los dictados de la III Internacional ("El partido socialista, habiendo eliminado de sus filas al bloque reformista-centrista, renueva su adhesión a la III Internacional"). Los resultados de la votación (32 para los maximalistas contra 29 para los unitarios) dividieron al partido por la mitad. Es alucinante imaginar en esas circunstancias una separación a base de unos pocos miles de votos. El debate se caracterizó por acusaciones contra los reformistas (y sus intervenciones de defensa). Las primeras críticas ya venían en el informe del secretario Fioritto, quien atribuía la responsabilidad del fracaso de la huelga general del 30 de julio (una huelga política para pedir a las autoridades que contrarrestaran la violencia fascista) a opositores internos: ''Los reformistas (los jefe de grupo de la CGL, ed) al proclamar esta huelga al comienzo de la crisis y suspenderla a su término y definirla como legalista, la habían hecho aparecer ante el proletariado como una secuela montecitorial, desconcertando a las masas más ardientes''. Tras el secretario, intervino Giacinto Menotti Serrati: ''Nuestra tarea no es ayudar a la burguesía a resolver su crisis, sino sacar ventajas revolucionarias de la crisis''.

para reformistas modiglianironizó: ''Si los reformistas fueran culpables de haber impedido la revolución, no habría que esperar tanto para expulsarlos''. Luego, el locutor en polémica con Serrati -como está escrito en los informes- negó la existencia de una crisis del sistema capitalista y burgués, enfatizando la necesidad de distinguir entre pequeños grupos plutocráticos (…) y la burguesía democrática. EL maximalistas criticaron, en particular, Felipe Turati porque (¡sic!) había aceptado la invitación del soberano de ir al Quirinal a consultas. 

los argumentos de claudio treves, quienes defendieron la oportunidad de una alianza, no permanente sino temporal, con otras fuerzas políticas para ''evitar que la reacción termine destruyendo las conquistas y el patrimonio del proletariado''. Después de Giacomo Matteotti, Serrati volvió a intervenir argumentando que ''la lógica del colaboracionismo habría llevado a quienes lo propugnaban a colaborar con el fascismo hacia el que se dirigían las fuerzas de la burguesía en ese momento''. La moción aprobada retomaba este concepto y resolvía que ''se expulsa del PSI a todos los adherentes a la facción colaboracionista ya los que aprueben las directrices señaladas en el manifiesto y en la citada moción''. El discurso de despedida lo pronunció Filippo Turati: ''Mientras nos vamos, vuelve el comunismo''. Serrati respondió a Turati: ''El discurso de Turati demostró cuán necesaria era la operación''.

En la mañana del 4 de octubre yo reformistas se juntaron y fundaron la PSU, secretario electo Giacomo Matteotti; mientras tanto, el XIX Congreso continuaba bajo la bandera del delirio y la complacencia por la tardía ''operación quirúrgica'', pues la ''enfermedad desatendida durante dos años causó daños incalculables al organismo del Partido''.

Marcha sobre Roma y Ventennio: gravísima responsabilidad del rey, desafortunada conducta de la izquierda

En la continuación del debate, Giacinto Menotti Serrati señaló - está escrito en el informe - que, a pesar de la presión reaccionaria (muchos municipios gobernados por los socialistas habían sido atacados y destruidos, ed.) el Partido ya no podía compartir la responsabilidades políticas de los Municipios con los partidos extranjeros''. Como para la Union, los comités sindicales socialistas fueron invitados a realizar políticas ''para las cuales debe primar el concepto de clase y la expropiación económica y política de las clases dominantes''. Pocos días después de la Marcha sobre Roma Menotti partió para participar en el IV Congreso de la Internacional Comunista que comenzó en San Petersburgo el 5 de noviembre. Obviamente en compañía de una delegación de PC de Italia.

En el fondo, si la responsabilidad de la monarquía y de las "fuerzas fuertes" (aunque no se llamaran así en su momento) que alentaron y financiaron la violencia del "bienio negro", de las fuerzas del orden y de la alta dirección del ejército, no es correcto omitir la desafortunada línea de conducta de la izquierda y del PSI que era el partido principal. Cualquiera que lea hoy las actas del Congreso de Roma no puede dejar de consternarse por un debate fratricida y por el total descuido de los riesgos que corría el país.  

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