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¿Renunciará Mancini tras el Türkiye-Italia del martes? El dúo Lippi-Cannavaro en la pole position

Después del fracaso con Macedonia, el seleccionador nacional, Roberto Mancini, está listo para renunciar, pero solo después del partido del martes entre Turquía e Italia: la pareja Lippi-Cannavaro está en la pole

¿Renunciará Mancini tras el Türkiye-Italia del martes? El dúo Lippi-Cannavaro en la pole position

El espíritu de 2006 para levantar la maldición del mundo. Si Roberto Mancini decide dimitir, el futuro de Italia será... un salto al pasado, con el dúo Cannavaro-Lippi en la primera posición. La elección aún no es oficial y difícilmente lo será antes del martes por la noche, cuando los Azzurri se enfrenten a Turquía en una especie de "final entre perdedores" que a nadie le importa, excepto a los patrocinadores y organizadores. Hasta entonces, con razón, Mancio seguirá con su labor como técnico, aunque a estas alturas el objetivo se le ha escapado inexorablemente y con él todos los estímulos necesarios para continuar con la labor. Empezar de nuevo después de semejante decepción, en efecto, es muy difícil y esto, más allá de las declaraciones de fachada, también lo sabe bien Gravina, que, como era de esperar, ya tenía preparado el clásico "plan B" desde hacía tiempo.

Mancini-Italia, será divorcio: ¿renuncia inmediatamente después de Türkiye-Italia?

La despedida se consumirá con elegancia, como debe ser entre hombres de deporte que, a más tardar hace ocho meses, llevaron a Italia a la cima de Europa. Una hazaña histórica que había llevado a los partidos a renovar hasta 2026, incluyendo así dos Mundiales (Qatar 2022 y el organizado por el tríptico Canadá-EE.UU.-México en 2026), pero también la Eurocopa de Alemania en 2024. Sin embargo, ambos Sabía bien que era un proforma, porque el papel del técnico azulón está históricamente ligado a los resultados, para bien o para mal. En definitiva, el acuerdo no escrito preveía ir a Qatar y luego evaluar en función de la consecución de los objetivos (Mancini había hablado incluso de ganar el Mundial), pero el penalti fallado de Jorginho ante Suiza se adelantó a los tiempos.

Gravina, sin desanimar al líder de Jesi, ya empezó a mirar a su alrededor en diciembre, sabiendo que los playoffs serían complicados, aunque todavía no pensaba en irse a casa con Macedonia. Mientras tanto, Mancio guarda silencio, pero sus allegados juran que nunca lo han visto derribado como en estas horas: la idea de haber destruido un espléndido castillo en unos meses lo roe por dentro como una carcoma, por lo que Es muy difícil, tal vez imposible, que tenga la energía mental para empezar todo de nuevo, sobre todo porque la prensa y los fans, hasta hace poco todos estaban de su lado, ya no le perdonarían nada. En definitiva, la dimisión parece el único camino a seguir y es probable que lleguen entre la noche del martes y el miércoles tras el inútil viaje a Turquía.

Gravina ha elegido a Cannavaro (entrenador) y Lippi (director técnico): se reúne la dupla del campeonato mundial de 2006

El futuro parece estar ya escrito y lleva los nombres de Cannavaro y Lippi, ambos de una forma inédita. El capitán de 2006 se convertiría en entrenador, cubriendo así un rol que nunca antes había tenido, mientras que Marcello sería ascendido a director técnico, cargo que Gravina hubiera querido ofrecerle ya hace tiempo pero que encontró la férrea oposición de Mancini, lejos atraído por la perspectiva de tener una figura tan voluminosa encima de él. Para Cannavaro, en cambio, sería diferente, de hecho la figura de Lippi le sería de gran ayuda tanto desde el punto de vista técnico como mediático, además la perspectiva la tiene clara desde hace meses: no en vano, cuando Boniek le ofreció el banquillo de Polonia, había declinado de forma clara y contundente. Gravina, por tanto, intentará levantar a la selección (y salvarse, dado que muchos también piden su cabeza) con una jugada inédita, en total contraste con lo hecho en 2018, cuando eligió a Mancini (por tanto, experiencia y trofeos). ) para ahuyentar el recuerdo de Ventura.

Entonces, ¿está todo decidido? Más o menos sí, también porque las alternativas "reales" son decididamente menos convincentes. Ranieri, por muy apreciado y estimado que sea, no daría una señal de frescura, Pioli (encuestado hace unos meses) quiere continuar su trabajo con el Milán, Ancelotti, con mucho el ideal, es prácticamente imposible de alcanzar. Mejor centrarnos en la pareja Cannavaro-Lippi, presagio de muchos buenos recuerdos (y también decepciones como el Mundial de 2010, pero mejor no pensar en ello): de momento, al fin y al cabo, nos quedan en su mayoría.

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