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Libros, la piratería le cuesta a Italia 1,3 millones

Cada día los italianos realizan 300.000 actos de piratería de libros de diversa índole, universitarios y profesionales, sustrayendo a las editoriales casi una cuarta parte de su facturación.

Libros, la piratería le cuesta a Italia 1,3 millones

Quinientos millones en el mundo editorial (equivalente al 23% del valor de mercado, sin educación ni exportaciones), 1,3 millones en el conjunto del sistema país y 216 millones en el fisco. Este es el recuento del daño que la piratería en el mercado del libro provoca sólo en Italia, según la encuesta Ipsos realizada para la AIE. EL 300.000 actos de piratería cometidos cada día por italianos (para un total de 107 millones de acciones al año) también destruyen 8.800 puestos de trabajo, 3.600 de los cuales en la cadena de suministro de libros. Lo más preocupante y vergonzoso que se desprende de la investigación es que la piratería atañe a libros de diversa índole, no sólo universitarios sino también profesionales: en efecto, si es cierto que El 80% de los universitarios se dedican a la piratería, lamentablemente se ha verificado que el 61% de los profesionales también están dañando el mercado del libro, es decir, categorías como abogados, notarios, contadores, ingenieros, arquitectos.

El fenómeno, en general, implica más de uno de cada tres italianos mayores de 15 años (36%), que casi siempre cometen el delito a sabiendas (84% de los casos), aunque una buena parte lo considere un comportamiento poco o nada grave (39%), y una mayoría decisiva (66%) 15%) creen que es poco probable que los delitos sean descubiertos y sancionados. ¿Cómo ocurre la piratería en la mayoría de los casos? A través de la web: uno de cada cuatro italianos mayores de 7 años ha descargado gratis al menos una vez un libro electrónico o audiolibro de sitios o plataformas ilegales en Internet. Incluso el buen viejo fotocopiado se resiste, pero sólo el XNUMX% ha comprado al menos un libro fotocopiado. Para ser dañados son todos los sectores del mundo editorial: las ventas perdidas en el sector misceláneo (ficción y no ficción) ascendieron a 29,2 millones de ejemplares (libros y ebooks) al año, para una pérdida de facturación de 324 millones de euros; las perdidas en el sector universitario son 4 millones, para una facturación de 105 millones de euros; los del sector profesional y bases de datos ascendieron a 2,9 millones, equivalentes a 99 millones de euros de ingresos.

Como subrayó el presidente de la FIEG (federación italiana de editores de periódicos), Andrea Riffeser Monti, “lo digital ha traído oportunidades pero también riesgos: desde reseñas de prensa online creadas y difundidas sin autorización, hasta el intercambio no autorizado de pdf de periódicos, también a través de plataformas sociales, teléfono o aplicaciones de mensajería. Es necesario mejorar los medios de protección contra todas las formas de explotación parasitaria de los derechos de autor”. Por ello, FIEG y AIE han pedido conjuntamente al Gobierno que intervenga para frenar la hemorragia en un mercado que ya no vive un momento especialmente floreciente, con la crisis de los diarios.

“Como gobierno – admitió el subsecretario a la presidencia del Consejo con responsabilidad en materia de información y publicación, Andrea Martella – No podemos ignorar los datos que surgen de esta investigación y la solicitud de ayuda que proviene del sector editorial. La piratería debe combatirse con la represión de las conductas ilegales, fomentando la educación sobre la legalidad pero también con el apoyo a toda la cadena de suministro, que tan gravemente se ha visto afectada. A través de la publicación 5.0 estamos estudiando nuevas herramientas de apoyo a la edición de periódicos y diarios porque, como recordó el Presidente de la República Sergio Mattarella en una visita a la agencia Ansa la semana pasada, la información primaria 'constituye un elemento decisivo para la democracia en nuestro país. Esto nos hace entender la necesidad de apoyo de las instituciones'”.

“Las de Ipsos –comentó el presidente de AIE Ricardo Franco Levi– son cifras dramáticas que superan cualquier pronóstico. Datos que requieren e imponen una fuerte acción de contraste a través de la represión de los fenómenos ilegales y la educación de los usuarios, que no siempre son plenamente conscientes de los efectos de su comportamiento. También se necesita un fuerte apoyo a la demanda que permita ejercer legalmente la demanda de información y cultura. 18App para ser devuelto al equipo original y la deducción fiscal por la compra de libros son las herramientas decisivas”.

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