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Trabajo y salarios bajos, el Banco de Italia explica por qué la negociación empresarial no despega

Del estudio de investigadores del Banco de Italia "Desarrollos recientes en las relaciones laborales en Italia": la negociación descentralizada no puede hacer frente a la pulverización de la negociación nacional con contratos más largos y reducción de los costos laborales. En los últimos dos años, su papel ha quedado secundario, a pesar de los incentivos, y en cambio de aquí podría venir un mejor crecimiento de los salarios en relación a la productividad.

Trabajo y salarios bajos, el Banco de Italia explica por qué la negociación empresarial no despega

¿Cómo han cambiado las relaciones laborales en Italia? ¿Y en qué dirección nos dirigimos, tanto en términos de reglas como en términos de resultados de negociación? Estas preguntas son respondidas por el artículo ocasional producido por Francesco D'Amuri y Raffaella Nizzi y publicado en "Questioni di Economia e Finanza" del sitio web de d'Italia. Lo cierto, observan los dos investigadores, es que asistimos a una fragmentación creciente del panorama de la negociación nacional, con la difusión de acuerdos iniciales entre sindicatos y patronales más pequeños y de reciente creación que muchas veces implican una reducción del costo de la mano de obra.

No sólo eso, sino que el papel de la negociación descentralizada ha permanecido secundario y generalmente subordinado a las disposiciones definidas a nivel nacional, a pesar de diversas medidas adoptadas a lo largo de los años, cada vez más generosas, que han tratado de favorecer su difusión reduciendo la cuña fiscal en los componentes salariales negociados localmente.

En cambio, un mayor papel de la negociación descentralizada en la definición de los salarios y la organización del trabajo permitiría la promoción de una mejor alineación entre el crecimiento de los salarios y el crecimiento de la productividad aflojar algunas rigideces en la negociación nacional, especialmente en términos de duración de los contratos y mecanismos de indexación automática, que corren el riesgo de hacer que la inflación sea más persistente.

Pero echemos un vistazo más de cerca a las conclusiones del trabajo de los dos investigadores. “En los últimos dos años –dicen– se ha producido una mayor fragmentación del panorama de las relaciones laborales, debido a la proliferación del número de contratos de trabajo firmados por organizaciones menores y poco representativas. Si por un lado estos desarrollos han ampliado los márgenes de flexibilidad en la definición de los salarios y la organización del trabajo, por otro han incrementado aún más el nivel de complejidad e incertidumbre regulatoria que caracteriza al sistema".

En cuanto a los CCNL (Convenios Colectivos Nacionales de Trabajo) firmados por las organizaciones más representativas, se ha producido “el alejamiento progresivo del enfoque definido por el convenio interconfederal de 2009; de hecho, muchas renovaciones han sido testigo de una extensión de la duración de los contratos, y en unos pocos pero relevantes sectores, al volver a los mecanismos de indexación ex post de la inflaciónEstas tendencias han aumentado el riesgo de tendencias deflacionarias y de una prolongación de la débil dinámica de los precios en el tiempo.
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Sin embargo, poco ha cambiado en el papel de negociación descentralizada, las cuales quedaron secundarias y subordinadas a disposiciones definidas a nivel nacional. Su mayor protagonismo en la definición de salarios y organización del trabajo favorecería un mejor alineamiento entre salarios y productividad y aliviar algunas rigideces en la negociación nacional, relacionadas en particular con la reducida flexibilidad de los salarios, la larga duración de los contratos y la presencia de mecanismos de indexación.

En este sentido, ayudaría la previsión de modalidades procesales -posiblemente declinables, en aras de una mayor seguridad jurídica, también a nivel legislativo-, encaminadas a garantizar la posible prevalencia de los acuerdos de empresa sobre las disposiciones del contrato nacional, incluyendo la posibilidad de derogar incluso en sentido peyorativo los acuerdos establecidos por la CCNL.

“La provisión de incentivos fiscales a favor de las partidas salariales negociadas a nivel descentralizado –como tal, en todo caso costosa y fuente de posibles distorsiones en el diseño del gravamen que corre el riesgo de volverse desordenadamente regresivo– ha tenido hasta ahora una eficacia limitada en favoreciendo la difusión del contrato societario".

“El hecho de que los incentivos, presentes en forma de desgravación fiscal desde 1997 y de desgravación fiscal desde 2008, también jugaron un papel en este han sido re-propuestas a lo largo del tiempo con interrupciones y con cambios frecuentes tanto en los criterios de elegibilidad, en el número de beneficiarios y en las bases imponibles, desincentivando la adopción de planes a largo plazo por parte de las empresas".

Leer la versión completa del artículo ocasional de Francesco D'Amuri y Raffaella Nizzi, haga clic aquí.

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