En los meses de marzo y abril los depósitos bancarios crecieron con fuerza. La razón es que los italianos, en un clima de continua incertidumbre política y económica, muestran su preferencia por la liquidez antes que por la inversión. Esta cifra proviene de la investigación "La brújula de la economía italiana" de Intesa San Paolo.
El conjunto de los depósitos de la clientela, por quinto mes consecutivo, muestra un ritmo de crecimiento en torno al 7%. Y en abril, según el ABI, la dinámica de los depósitos registró una nueva aceleración. En el campo de los depósitos, se confirmó la recuperación de las cuentas corrientes; continuó el flujo de ahorros a depósitos a plazo. En marzo se acentuó el aumento mensual de los depósitos a plazo fijo (casi alcanzando los 3,9 millones tras dos meses en los que el flujo neto fue de 2,4 millones). Las cuentas corrientes registraron un crecimiento del 3,9%.
El rendimiento general sigue beneficiándose de dinámica dinámica de las cuentas corrientes de las sociedades no financieras y la reciente vuelta al crecimiento de las de los hogares italianos. Estos, en particular, aumentaron un 3,7% en marzo. Las cuentas corrientes de las sociedades no financieras crecieron un 6,5%.
Por otro lado, el desempeño de los bonos bancarios sigue empeorando: su acción sufrió una caída de 8,7% en marzo. El aumento de los depósitos, sin embargo, compensó la caída de los bonos; En efecto la financiación general siguió creciendo (aunque a un ritmo más lento, 1,1%, frente al 2,5% de los dos meses anteriores).
