Italia pisó el freno en 2011. Según los últimos datos de Istat, el año pasado el PIB de nuestro país creció solo un 0,4% (datos brutos), una marcada ralentización frente al +1,8% de 2010. Las previsiones del Gobierno hablaban de un +0,6%.
En cuanto a la deuda pública, más del 120% del PIB se ha disparado, la más alta en 15 años. El último valor (120,1%) marca así un aumento significativo respecto al 118,7% de 2010 (a su vez revisado al alza desde el 118,4% anterior) y vuelve a niveles nunca alcanzados después de 1996 (120,2%).
En cambio, el déficit del PIB mejora: el endeudamiento neto del gobierno general como proporción del producto interno bruto cayó a -3,9% desde -4,6% en 2010. Esta cifra está en línea con la estimación del gobierno de 3,8%. En valor absoluto -explicó el instituto de estadística- la deuda neta se redujo en unos 9,1 millones, situándose en -62,363 millones de euros.
También bueno el saldo primario, que fue positivo e igual a 15,658 millones, valor equivalente al 1% del PIB. En 2010, sin embargo, el saldo fue de -345 millones, con impacto nulo en el PIB. La balanza por cuenta corriente (ahorro o déficit de las Administraciones Públicas) fue negativa en 24,936 millones, frente a -24,763 millones en 2010. Este deterioro se debe a un aumento de los gastos corrientes de aproximadamente 9,2 millones, ligeramente superior al de los ingresos corrientes (unos 9 millones ).
Por último, se revisó a la baja el dato de 2009, año de gravísima recesión: la caída pasó del -5,1 al -5,5%.