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Inter y Milán apuestan por la Champions League, la Roma espera a Ranieri

Difícil debut de Ranieri en el banquillo de la Roma, que tiene la obligación de ganar esta noche en el Empoli si no quiere despedirse de la Champions tras la victoria del Inter sobre el Spal (2-0) que sumó a la del Milan el sábado

Inter y Milán apuestan por la Champions League, la Roma espera a Ranieri

Y ahora es el turno de Roma. La victoria del Inter, además de responder al Milan, sirve sobre todo para alargar la distancia entre el cuarto y el quinto puesto, repartiendo efectivamente la clasificación. El equipo de Ranieri, que debuta en el bis en el banquillo de los giallorossi, tiene la tarea de vencer al Empoli (20.30 horas) y evitar que la Champions se convierta en una "cuestión milanesa".

Los nerazzurri pueden así preparar con más serenidad la semana que les verá enfrascados en dos partidos fundamentales: el partido de vuelta de la Europa League ante el Eintracht y el derbi del domingo por la noche. Siete días para decidir una temporada, o al menos para dirigirla: mientras tanto, sin embargo, Spalletti puede respirar gracias a los 3 puntos de ayer, que llegaron al final de una tarde mucho más dolorosa que el 2-0 final. Los goles de Politano (67') y Gagliardini (78') enmascararon en efecto una actuación apagada, entorpecida aún más por el cansancio post-Frankfurt y por las diversas (y muy numerosas) deserciones.

Además del habitual Icardi ("Sigo siendo optimista pero si llegamos a la petición de daños sería un gran fracaso", la alarma lanzada por Marotta) y el anunciado Perisic, también pararon Brozovic y Miranda, complicando sensacionalmente la gestión de Spalletti. En definitiva, esto contra Spal no pasará a la historia como un éxito para el recuerdo pero quizás, al final del campeonato, adquiera otra dimensión.

“Nos dejamos ahogar por esta dificultad que a veces nos pasa, pero perdemos cuáles son nuestras cualidades y nos volvemos más tímidos e inseguros -análisis de Spalletti- Estamos bien con estar ilusionados en San Siro, pero eres futbolista absolutamente tienes que ganar este partido del Inter y todo se vuelve más normal y más simple. Tenemos fuego adentro, de vez en cuando se convierte en llama…”.

Sin embargo, los 3 puntos están archivados y permiten mirar al futuro con más serenidad: el Milan sigue al alcance de la mano y los romanos, de momento, a una distancia segura. Eso sí, si el paso en falso de la Lazio (1-1 en Florencia) ya es historia, no es el caso del Roma-Empoli, que está por escribirse. El partido cobra entonces aún más importancia por el debut de Ranieri, llamado a revivir un ambiente destrozado por la derrota en el derbi y por la eliminación del Oporto, decisivo para la "expulsión" de Di Francesco.

“Los próximos dos partidos van a ser muy importantes –tronó señor (o Sor, según se mire) Claudio– Todos los jugadores tienen que dar más porque si estamos en esta situación es porque no han sacado todo lo que tenían tener dentro. Las razones no me interesan, los discursos son cero. Pagó a Eusebio (Di Francesco, ed), pero ahora tienen que responder ante ellos en el campo. Tienen que mostrarnos lo que pueden hacer y cómo quieren hacerlo, necesito gente que demuestre que quiere marcar la diferencia".

Ya se esperan respuestas esta tarde ante un Empoli hambriento de puntos y por tanto dispuesto a vender caro el pellejo, quizás aprovechando el pesado ambiente del Olimpico. Ranieri sabe que su efecto calmará los ánimos pero también que, en caso de un enfoque equivocado, el público podría impacientarse rápidamente. Sin embargo, los pocos días de trabajo y las numerosas ausencias (Dzeko, Kolarov y Fazio descalificados, Under, De Rossi, Pellegrini, Manolas y Pastore lesionados) le impiden poner la mano en el equipo, si no para parar la emergencia.

Su primera Roma-bis vestirá el 4-2-3-1 con Olsen en la portería, Florenzi, Marcano, Juan Jesús y Santon en defensa, Nzonzi y Cristante en el centro del campo, El Shaarawy, Zaniolo y Kluivert detrás del falso nueve Perotti. Clásico 3-5-2 en cambio para Iachini, que buscará puntos de salvación con Dragowski entre los postes, Veseli, Silvestre y Dell'Orco atrás, Di Lorenzo, Acquah, Bennacer, Krunic y Pasqual en el centro del campo, Caputo y Farias en ataque

También es un espectador interesado, aunque con cierto desapego, el Napoli de Ancelotti, que, sin embargo, a este ritmo, puede incluso poner en peligro el segundo puesto. Más que la Juve, ahora a 18 puntos de distancia, es mejor mirarles las espaldas a Milan e Inter, a 6 y 7 puntos respectivamente: todavía muchos, por favor, pero pocos teniendo en cuenta el ranking de hace unas semanas, que les veía tan lejos de ni siquiera ser tomado en consideración. Pero los azzurri son los parientes desvanecidos de los que, en la primera vuelta, parecían capaces de fastidiar a la Juve, como demuestran las únicas 2 victorias obtenidas en los últimos 7 partidos.

Un triunfo en Reggio Emilia le hubiera hecho bien a la moral de la tropa, en cambio ha llegado un empate desvanecido que confirma todos los problemas de los últimos días: el Napoli ha perdido el hambre y este, a falta de 11 partidos, podría convertirse en un gran problema. Por suerte Insigne hizo el 1-1 a pocos minutos del final (86'), anulando efectivamente la ventaja de Sassuolo gracias a Berardi (52'), de lo contrario habría habido un gran problema. Ancelotti, de luto por la muerte de su amigo el entrenador Bucci, prefirió no asistir a la habitual conferencia posterior al partido, sin embargo fue el propio Insigne quien realizó unas declaraciones que, seguro, darán mucho que hablar.

“Aquí siempre me critican – tronó Lorenzinho – No quiero hacer polémica pero soy el único que siempre es criticado cuando no anota o no rinde a su nivel, eso me duele mucho. poco. No puedo hacer más que eso, siempre intentaré dar el 100% mientras esté aquí". El comentario final confirma lo que lleva pensando el Nápoles desde hace tiempo: el ciclo se acaba y al final de la temporada, de una forma u otra, sacarán conclusiones. Y nadie, absolutamente nadie, puede sentirse realmente cómodo.

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