Pero al final, tras el problema griego y las consiguientes controversias, ¿Podemos seguir diciendo que Alemania está euroconvencida o se está volviendo, como algunos afirman, euroescéptica? Esto fue lo que más les interesó entender a los estudiantes de la Universidad Bocconi de Milán (entre ellos varios extranjeros y alemanes) que esta tarde acogieron -y aplaudieron- la Presidente de la República Federal de Alemania, Christian Wulff.
El homólogo de Giorgio Napolitano respondió de manera ecuménica, pero no demasiado: “Por supuesto que Alemania está convencida de Europa, de hecho, con sus opciones la apoya cada vez más. Así lo demuestran las buenas relaciones de la canciller Angela Merkel con sus colegas europeos y un compromiso más con Grecia”. Pero siempre hay un pero: “Sin embargo, es cierto – explicó Wulff – que existe una gran preocupación por la crisis de la deuda continental y la situación griega en particular. Por eso el Canciller habla a menudo de 'deberes'. No es arrogancia, es simplemente un deber de su parte recordar que la ayuda debe ir seguida de una determinada conducta por parte del gobierno nacional”.
¿Y cuáles son las soluciones, según el presidente alemán, para que la economía griega vuelva a ser útil a Europa y deje de ser un lastre? “Centrarnos en el desarrollo: por ejemplo, para la energía, que es y debe ser uno de los temas centrales del futuro de la UE, se podría involucrar a Atenas en un gran proyecto sobre energías renovables, explotando su potencial fotovoltaico y eólico”.
Así que ayudar sí, pero con precaución. “El sistema europeo es único en el mundo -recuerda Wulff-, en ninguna otra parte del planeta tienen un grupo de países unidos de manera tan igualitaria. China no es para Laos lo que Alemania es para Malta. Pero debemos asegurarnos de que este modelo se mantenga y que Europa, que siempre ha sido objeto de la globalización, no se convierta ahora dramáticamente en objeto de la globalización, sufriendo el mayor poder de Asia y las áreas emergentes”.
Para mantener en pie a la Unión Europea, según el presidente federal de Alemania, el pacto fiscal no es suficiente: “Es una medida importante, pero no suficiente. De nada sirve proporcionar cortafuegos si el peligro viene de dentro. Si salvamos a Grecia, estamos protegidos. De lo contrario, ¿quién salva a los salvadores? Un sistema con un banco central que no emite dinero y una inflación tan alta no es bueno”.
Finalmente, el inevitable homenaje a Italia y al gobierno de Monti: “Aprecio mucho a su primer ministro, está haciendo mucho trabajo en la dirección correcta: pensiones, liberalización y ahora el mercado laboral. Es una reforma exigente, pero debemos tener el coraje de tomar decisiones impopulares”.
Ningún otro cierre podría ser mejor, en la universidad de la que Mario Monti sigue siendo rector, como recordó el rector Guido Tabellini, presente en el encuentro.