Han pasado unos años, hace mucho que se cruzó el Rubicón tecnológico, ya que el cine contemporáneo ha entrado en una nueva era de métodos de producción y visión completamente originales y diferentes a los del pasado reciente. Todo ha cambiado: del cine a los medios digitales, de las herramientas de rodaje a los lenguajes narrativos y visuales. Era 2013 cuando en Venecia el director William Friedkin (El brazo violento de la ley, El exorcista etc) anticipó el futuro que le esperaba al cine: Internet.
Estamos en pleno desarrollo post-cine. Aunque parece que todavía no es así y los teatros todavía consiguen mantener al público pegado a las butacas -todavía por un ratito y progresivamente disminuyendo- mientras tanto- pero algo cambia.
Dos noticias recientes merecen atención: Los Angeles Times reportó rumores, considerados fidedignos, según los cuales Netflix estaría dispuesto a comprar la propiedad de los cines. Por ahora solo en Estados Unidos pero sin excluir otros países también. No ha habido confirmaciones ni desmentidos, pero la noticia es interesante. Según Reed Hastings, actual CEO de Netflix, quien en los últimos días anunció que había superado los 125 millones de usuarios directos, también declaró que en los próximos 30 años veremos la desaparición definitiva de la televisión y se extinguirá como los dinosaurios. El futuro está todo y sólo en la red. En el corazón de este proceso estarán las películas y las producciones en serie. Sin embargo, esto también lleva a pensar en una dimensión de medio o corto plazo donde la distribución y promoción de este tipo de productos difícilmente podrá prescindir de los circuitos tradicionales. En otras palabras, no será fácil prescindir de la competición por los Oscar así como de la participación en diversos festivales internacionales como Cannes, Venecia o Berlín. He aquí entonces que los cines podrían venir bien, aunque revisados y corregidos tanto en la dimensión tecnológica como en la logística y organizativa (ver circuitos multiplex).
En la era postcine, como quizás en todos los campos de la producción, el marketing puede tener el mismo peso que el propio producto. Tener un buen título en la biblioteca y no poder comercializarlo adecuadamente es casi como no tenerlo.
La segunda noticia se refiere Luca Guadagnino. En los últimos días, aún en los EE.UU., el CinemaCon, considerado uno de los eventos más importantes de la industria cinematográfica internacional. En esta ocasión, el ya premiado autor de “Llámame con tu nombre”, adelantó el tráiler del próximo trabajo, esperado en otoño, quizás bueno para la competencia en el Festival de Cine de Venecia. Esta es la nueva versión de "Suspiria” de Dario Argento de 1977, un homenaje al género del thriller de terror que tanta suerte le dio al director italiano. La noticia interesante es que la película está producida por Amazon Studios que desde 2013 crea y distribuye contenido original destinado principalmente a la televisión bajo demanda pero que ahora también se está expandiendo hacia las producciones cinematográficas tradicionales.
Los desafíos en la arena postcine prometen ser trascendentales: además de los ya mencionados, hay gigantes como Google y Apple que están afilando sus armas, unos en el frente de las nuevas tecnologías, otros en el frente de los contenidos. La encrucijada queda suspendida entre la gran pantalla y el cómodo sillón de casa. Hablaremos de ello durante mucho tiempo.
