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El desplome de las inversiones penaliza el sistema productivo italiano

FOCUS BNL – En comparación con 2007, el gasto de inversión se redujo en casi 80 mil millones de euros, afectando significativamente sobre todo al sector de la construcción – PDF ADJUNTO.

El desplome de las inversiones penaliza el sistema productivo italiano

En el segundo trimestre de 2016, la recuperación italiana se interrumpió, reflejando la desaceleración de la demanda interna. La economía sigue sufriendo por la debilidad de la inversión. En comparación con 2007, el gasto se redujo en casi 80 millones de euros, afectando significativamente las inversiones en construcción. Las principales criticidades se referían a los edificios no residenciales, como los cobertizos de las empresas y las infraestructuras.

En Italia, la contención del gasto público lastró la dinámica de las inversiones, con un recorte de 17 millones de euros. En 2009, las inversiones absorbieron casi el 7% del gasto público total; en 2015 bajamos al 4,5%. Las inversiones en obras de ingeniería civil, como puertos, ferrocarriles o intervenciones de protección del suelo, se han reducido a la mitad, un recorte similar al que ha afectado a los gastos de instalaciones y maquinaria.

En 2015, el valor del capital social invertido en la economía italiana ascendió a 10 mil millones de euros. En el mismo año, el valor agregado se acercó a los 1.500 billones. Se necesitaron casi 7 euros de capital para producir un euro de valor añadido. En la segunda mitad de los 5 bastaban 30. Hoy, para obtener un euro de valor añadido, se necesita un 1995% más de capital que en XNUMX. Hay varios factores detrás de esta dinámica.

La economía italiana sufre una recomposición ineficiente del capital: a lo largo de los años, el peso de las viviendas ha crecido, mientras que el de la maquinaria y las plantas productivas ha disminuido. Además, la composición sectorial de la economía ha cambiado. En la formación del capital invertido ha aumentado el peso de los servicios, sector que, comparado con la industria, necesita más capital para producir la misma cantidad de valor añadido.

Sin embargo, la ralentización del proceso de acumulación de nuevos capitales, consecuencia de la fuerte caída de las inversiones, también pesa sobre la dinámica de la economía italiana. En los últimos tres años, el capital neto, obtenido al excluir del valor bruto el desgaste de los activos individuales medido por la depreciación, ha disminuido: las nuevas inversiones no han sido suficientes para compensar el envejecimiento del capital. Un proceso que ha afectado especialmente a la edificación no residencial ya la planta y maquinaria, corazón productivo del sistema económico.


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