La era del petróleo barato ha llegado a su fin, mientras se acerca la edad dorada del gas. En 2035 se registrará una demanda energética final anual de 16.961 toneladas equivalentes de petróleo (tep). Frente al consumo actual, que ronda los 12 millones de tep, el crecimiento sería por tanto del 40% global, con una tasa media anual del 1,3%. Sobre todo, China será la responsable de este aumento, que se confirmará como el mayor consumidor de energía del planeta y que en 2035 utilizará casi el doble de las necesidades energéticas que consume Estados Unidos. Así se desprende del World Energy Outlook 2011, el informe anual elaborado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
El dossier pronostica que el consumo de petróleo caerá de 87 a 99 millones de barriles por día, pero los costos de producción aumentarán de manera sostenida debido a la contracción de los recursos petroleros. Como resultado, habrá un aumento en el precio del barril que no bajará de la marca de 120 dólares.
Por otro lado, el gas natural tendrá un peso cada vez mayor en la canasta de fuentes primarias. En 2035, según estimaciones de la AIE, habrá un aumento de la demanda de alrededor del 55% en general. Una gran importancia asumirá el gas no convencional que llegará a suponer alrededor de una quinta parte de la producción mundial.
Las energías renovables, excluida la hidroeléctrica, pasarán del 3% en 2009 al 15% en 2035 en el cómputo de la generación eléctrica global, principalmente gracias a los subsidios anuales que casi se quintuplicarán hasta los 180 dólares. China y la Unión Europea liderarán la expansión de estas fuentes, aportando cerca del 50% del crecimiento. La hidroelectricidad proporcionará una contribución a la producción mundial de electricidad que se mantendrá en torno al 15%, con China, India y Brasil cubriendo casi la mitad de los 680 gigavatios de nueva capacidad.
