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Hidrógeno en Abruzzo: a toda velocidad

La Ragione aspira a convertirse en el primer valle italiano de la fuente de energía más estudiada del momento, pero el equilibrio entre costes y beneficios sigue siendo una apuesta

Hidrógeno en Abruzzo: a toda velocidad

Prosigue el plan de hidrógeno en Abruzzo. La Región está tratando de convertirse en el primer valle italiano de la fuente de energía más estudiada del momento. El camino se estableció en los debates y enfrentamientos con las fuerzas políticas y sociales. Pero desde hace dos días incluso hay una mesa institucional permanente extendida también a las universidades. Tras la resolución de julio por la que se dio impulso a los trámites queremos “aumentar la competitividad en el ámbito de la producción y uso del hidrógeno y coordinar e integrar las políticas sectoriales”, ha dicho el concejal Nicolás Campitelli. La Región acelera así los tiempos para poner hidrógeno limpio a disposición de sus realidades productivas.

El contexto regional se proyecta obviamente hacia el nacional en una especial búsqueda de colaboración público-privada. Participan los industriales más interesados ​​en la mesa que preside el propio Campitelli reconvertir plantas y líneas de producción. Con un enfoque de abajo hacia arriba, se analizan los programas nacionales y europeos, hipotetizando un esquema de economía circular que fortalece el tejido industrial que creció en los años 70 y 80. En los últimos meses se han implementado proyectos calificados, del LIFE3H al proyecto hidrometano.

La primera reunión de la mesa institucional concluyó con un cronograma para verificar el progreso de todos los proyectos y la identificación de personas de contacto para los programas nacionales o de la Unión Europea. Está surgiendo un modelo participativo, que es necesario, como también ha recordado reiteradamente el Gobierno. Habiendo presentado aquí, en Sulmona, hace un año, el plan de el primer tren regional de hidrógeno, confirma la construcción de una buena relación entre las instituciones y los socios industriales.

Sin embargo, la elección del hidrógeno (incluso más que otras fuentes de energía limpia) requiere inversiones e investigación masivas. Su el uso a gran escala no está tan cerca como sugiere toda la estrategia de descarbonización. Lo cierto es que es la fuente más luminosa de la naturaleza. Su combustión tiene rendimientos muy altos pero hay que capturarla con procesos como la electrólisis, que hoy en día son muy caros. Transportarlo a donde se necesita y almacenarlo en sitios adecuados requiere otros gastos adicionales y de largo plazo. Es el principal motivo que está empujando a la gran (o ex) industria fósil a realizar acuerdos internacionales para ver los ingresos en un horizonte menos oscuro. Una especie de regeneración tras el abandono de los experimentos en los años 90. El hidrógeno en Abruzzo no presenta problemas similares. Pero solo en apariencia, porque siempre se debe buscar el justo equilibrio entre costos y beneficios. Incluso si el estado paga.

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