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Los grandes nombres del mercado automovilístico italiano: "Crisis sí, pero no satanicemos el coche"

Los directivos de los grandes grupos de automoción se reunieron en Roma en el Palazzo Altieri para hablar de la crisis del sector: "Hay una recuperación, pero seguimos demonizándonos diciendo cosas falsas como el boom de la bicicleta y la desafección de los jóvenes personas" – "El verdadero problema son las industrias relacionadas: en 2012, 10 personas perdieron su trabajo en los concesionarios".

Los grandes nombres del mercado automovilístico italiano: "Crisis sí, pero no satanicemos el coche"

"Los coches no deben ser satanizados: siguen siendo fuertes (digan lo que se diga), su mercado fuera de Europa es absolutamente saludable y si ya no se venden en Italia, es solo culpa de la crisis". En otras palabras, no es que no te guste o que ya no sea necesario: cada vez menos personas pueden permitírselo. El coro en defensa del mercado del automóvil, colapsado en 2012 y todavía en dificultades en 2013 especialmente en Italia, surge de los mismos protagonistas del mercado italiano, presentes en Roma en el Palacio Altieri en la mesa redonda "El mercado del automóvil más allá de la mitad de la vado”.

"Estuvimos indecisos hasta el final si poner el signo de interrogación en el título, luego optamos por no hacerlo, porque más allá de la continua satanización, a menudo también institucional, hay signos de recuperación": estas son las palabras de Gian Primo Quagliano, presidente del Centro Studi Promotor y organizador del evento en el que participaron todos los grandes nombres, desde el presidente y director general de Ford Italia, Domenico Chianese, hasta Santo Ficili, responsable del mercado de automóviles Fiat, pasando por Massimo Nordio, director general y director general de Volkswagen Group Italia, pasando por Bernard Chrétien y Roland Schell, directores generales respectivamente de Renault Italia y Mercedes- Benz Italia.

Incluso si todavía no hay una recuperación, no existiría la crisis del objeto automóvil y su atractivo, como dijo en cambio el año pasado elel entonces ministro de Economía, Vittorio Grilli, quien definió el automóvil como un objeto "obsoleto". “No lo es – subrayaron todos los presentes al unísono -: lo demuestra el hecho de que Italia posee el parque automotor más numeroso de Europa y uno de los más grandes del mundo. Entonces a la gente le gusta el carro, se necesita, ya pesar de todo casi todo el mundo lo tiene”.

El problema, sin embargo, es que ya no se venden. “El tema –explica Nordio de Volkswagen Italia– es que los tiempos libres de un auto se han ampliado porque debido a la crisis no solo es más difícil poder pagarlo, sino los que ya lo tienen, es decir muchísimos, cada vez hacen menos kilómetros con él". Y por tanto hay menos necesidad de cambiarlo y comprar uno nuevo, que sería entonces la única forma de renovar una flota ya muy completa.

“La temporada del coche como 'sueño', como paso hacia la modernidad y hacia sentirse adulto y rico -dice el francés Chétien de Renault- está más que desfasada, como efectivamente, por ejemplo, la de los vaqueros en los países post- comunistas a finales de los 80. Sin embargo, ahora se ha dejado de vender jeans para esto, y debemos hacer lo mismo con los autos”. Un boom que nunca volverá, sobre todo en países ya muy motorizados como Italia y sobre todo en jóvenes, que ya no tendrían el "sueño" del coche sino el de los productos tecnológicos.

“Algunas investigaciones en realidad dicen esto – explica Quagliano -: que el automóvil entre los jóvenes ha sido reemplazado por la tableta como objeto de deseo. En realidad, no es del todo así: recientemente Aci y Censis preguntaron a una muestra de jóvenes de entre 18 y 29 años 'cómo utilizarían 30 euros para gastar en bienes y servicios'. Pues en primer lugar quedó la vacación, en segundo lugar el ahorro y en tercer lugar la compra de un auto. Pero este es solo uno de los muchos elementos de satanización, como que el coche es un objeto negativo, contaminante, pasado de moda y superado incluso por las bicicletas”. De hecho, esta cifra también necesita ser revisada: en 2012 se produjo efectivamente el adelantamiento de los vehículos de dos ruedas a los automóviles, "pero ciertamente no hubo boom de bicicletas, cuyas ventas cayeron un 4,7% respecto a 2011 y un 19,3% respecto a 2007".

Caro, sin embargo, el coche es caro. Y en tiempos de crisis, es inevitable que sea uno de los primeros mercados en pagar el precio. “Es evidente – explica Chianese de Ford Italia – que Un coste medio de 11 euros por coche es demasiado hoy para una familia italiana, sobre todo si se le suman al menos 7 euros al año de seguro y gastos de mantenimiento”. “Los impuestos en Italia son demasiado altos – se hace eco Schell de Mercedes-Benz Italia – y esto es una lástima porque a los italianos por naturaleza les encanta comprar y consumir”.

El gerente de automoción de Fiat, Santo Ficili, lo pone entonces en la calidad, y también se pronuncia sobre la cuestión de los jóvenes: “Los jóvenes todavía creen mucho en los coches. En los últimos años hemos vendido mucho menos, pero nuestros productos han mejorado y eso beneficia al cliente”. Pero la verdadera consideración, según Nordio (Vw), debe hacerse en el mercado de automóviles en 360 grados: "El problema no es solo la producción, como se suele repetir incluso en los altos niveles institucionales: el automóvil también es un activo estratégico para los componentes, que involucra a una enorme galaxia de empresas en todo el país, y para la distribución, o más bien los puntos de asistencia y los puntos de venta. El único cierre de un concesionario hace menos ruido que los despidos en fábricas, pero solo en 2012 se cerraron 350 concesionarios, prácticamente uno al día, provocando la pérdida de 10 trabajadores”.

A pesar de ello, sin embargo, se vislumbran algunos signos de recuperación en el horizonte. Extremadamente tímido en Italia, llega una vez más desde España, otro país de la Europa mediterránea muy golpeado por la recesión: “En España ya en septiembre hubo un +28% de matriculaciones, y esto podría significar algo”, dice Gian Primo Quagliano.

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