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Guzzetti: Las fundaciones no traicionan su naturaleza

El presidente de Acri en la presentación del Informe Mediobanca Securities: "Las Fundaciones de origen bancario están demostrando que han interpretado el espíritu de la Ley de la que nacieron y cada vez son más capaces de jugar el papel de anticipadoras en la solución de los problemas de nuestras comunidades".

Guzzetti: Las fundaciones no traicionan su naturaleza

“El día de hoy permitió esclarecer la actividad de las fundaciones de origen bancario, el papel que han jugado y juegan aún en este momento tan difícil para nuestro país. Están demostrando que han interpretado el espíritu de la Ley de la que nacieron y son cada vez más capaces de cubrir el papel de anticipadores en la solución de los problemas de nuestras comunidades, experimentando con modelos que se vuelven útiles para políticas públicas compartidas, como fue el caso. , por ejemplo, para la vivienda social". Así lo afirmó el presidente de ACRI, Giuseppe Guzzetti, en su intervención en la presentación del Mediobanca Securities Report en la sede de Mediobanca en Milán. El estudio investiga las diferencias de institución, misión, y por tanto operativa y de gestión, entre Fundaciones de origen bancario y fundaciones extranjeras (la americana Harvard, Yale, la inglesa Wellcome y la danesa Nova Nordisk).

Como se informó durante el debate, las fundaciones de origen bancario no utilizan los activos para respaldar los desembolsos, sino únicamente las utilidades que se derivan de ellos. Por tanto, no podemos prefigurar la hipótesis, examinada por el Informe, según la cual en unos años desaparecerán los bienes de las Fundaciones. Tienen una visión de largo plazo -subrayaron los representantes de las Fundaciones- y además los fondos destinados en el pasado y utilizados recientemente, para mantener estable el nivel de desembolso en un momento tan difícil, son fruto de los virtuosos rendimientos obtenidos en la pasado y cuidadosamente reservado, precisamente en vista de los períodos de bajos rendimientos.

Con la llegada de la crisis financiera, las Fundaciones de origen bancario apoyaron a los bancos, recordó Guzzetti, al suscribir los aumentos de capital que se hicieron necesarios y ayudaron a evitar la nacionalización de los bancos italianos, evitando mayores repercusiones graves para los ciudadanos italianos; en el exterior, en cambio, los bancos han sido rescatados con dinero público. Si el apoyo público al capital del sistema bancario italiano en el período de diciembre de 2008 a junio de 2012 a través de los bonos Tremonti (es decir, un préstamo) ascendió a 4,1 millones, el 0,3% del PIB nacional, a nivel europeo en el período de octubre de 2008 – En octubre de 2011, el volumen de ayuda (es decir, capital) prodigado por los Estados miembros en Europa fue de 1.608 millones, equivalente al 13,1% del PIB europeo.

Evidentemente esta intervención de fundaciones de origen bancario, encaminada a minimizar el impacto de la crisis bancaria en la comunidad, provocó una ralentización del proceso de diversificación patrimonial. “Aunque – recordó Guzzetti – el compromiso continuaba en esa línea de diversificación en inversiones correlacionadas con la misión – como en Cassa Depositi e Prestiti, en fondos inmobiliarios de vivienda social, en fondos de capital privado, en servicios públicos locales – a través de los cuales nuestra Las fundaciones han trabajado para dar apoyo al desarrollo del país”.

Los representantes de las fundaciones señalaron entonces que el aumento del número de empleados de las fundaciones bancarias, que ha crecido un 149% en diez años, con un aumento de los costes globales de alrededor del 70%, se debe a que en el año 2000, el año de la entrada en funcionamiento de Ciampi, estas Fundaciones aún no habían completado el proceso de crecimiento y consolidación que fue necesario para implementar plenamente las directrices contenidas en ellas. En cualquier caso, las estructuras de las Fundaciones de origen bancario no son redundantes: en 2010, el número total de empleados de las 88 Fundaciones es igual a 1.014 unidades, con una media de 11,5 empleados por Fundación. Por tanto, la cifra refleja el proceso evolutivo por el que atraviesa cualquier organización cuando pasa de una fase de puesta en marcha a una fase de consolidación.

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