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Gualmini (Cattaneo) vota a los políticos: 8,5 para Renzi, 8 para Napolitano y Letta, 5,5 para Berlusconi

ENTREVISTA A ELISABETTA GUALMINI, presidenta del Istituto Cattaneo, que califica a los líderes políticos - "Renzi era el mejor pero para él los exámenes empiezan ahora" - Máximo puntaje también para Napolitano y Letta - 7,5% para Grillo - Malo Berlusconi y pobre Bersani - Máximo suficiencia para Alfano - Promoción con honores para Obama y Merkel.

Gualmini (Cattaneo) vota a los políticos: 8,5 para Renzi, 8 para Napolitano y Letta, 5,5 para Berlusconi

Un poco de educación política sería bueno para la clase dominante italiana que, a fines de 2013, estaba bastante magullada y necesitaba cursos de recuperación. Los principales líderes de las fuerzas en el campo, de una forma u otra, obtienen el pase e incluso algunas buenas notas, pero deberían hacer más. Es el balance de fin de año de Elisabetta Gualmini, presidenta del Instituto Cattaneo quien, junto a FIRSTonline, elabora la libreta de calificaciones de los principales actores del panorama local e internacional. Matteo Renzi, recientemente coronado número uno del Partido Demócrata por los votantes en las primarias, es primero en la clasificación italiana.

“Un político debe aspirar a los 10 cum laude –observa Gualmini– y no veo nada de eso por ahí. Sin embargo, Renzi merece un 8 y medio, porque consiguió dar la vuelta a su situación en menos de un año, cometiendo muy pocos errores. La fuerza del alcalde de Florencia es su liderazgo personal, Renzi y la primera verdadera estrella del Partido Demócrata. Sin embargo, su ascenso con la máxima puntuación no lo protege de riesgos para el 2014, al contrario. Los exámenes, para él, comienzan ahora. Antes criticaba, ahora le toca construir, mantener y aumentar el consenso. El clima de antipolítica en nuestro país siempre está caliente y no se necesita mucho para quemarse, basta pensar que para los Tridentes Beppe Grillo ya es Casta”. 

Si Renzi conquista la pole position, detrás de él destacan el presidente de la República Giorgio Napolitano y el primer ministro Enrico Letta. 

“Ambos merecen un 8 completo – afirma Gualmini -. Al presidente Napolitano por su gran sentido de la responsabilidad, porque aceptó un segundo mandato después de repetir varias veces que no lo haría. Napolitano logró administrar el país en el momento en que la política italiana tocó fondo, justo antes y después de las elecciones. Los protagonistas de esa fase no supieron captar el estado de ánimo del electorado, no supieron entender que la gente estaba harta de malas gestiones y juegos palaciegos y los resultados se vieron en las urnas que hicieron ingobernable a Italia. El presidente hizo lo que pudo, quizás incluso demasiado. No se ha limitado a poner en marcha un gobierno de propósito, ha tomado el camino ambicioso de un gobierno de gran coalición sin un horizonte definido. Un gobierno frágil, sacudido por muchas instancias. Y en ese contexto, Letta también merece un ascenso completo, porque escapó de varias tormentas y hoy lo está pasando muy bien". 

El lugar de honor también lo ocupa el profeta de la antipolítica, Beppe Grillo. 

“Ay sí –confirma Gualmini–, tengo que darle 7 y medio. Esto no quiere decir que esté de acuerdo con lo que afirma, pero debo reconocer que, para los fines que se propone, su actuación es eficaz. El líder del movimiento 5 estrellas sabe hacer su trabajo y tiene un gran carisma sobre sus seguidores. Inventó un partido de la nada y básicamente ganó las elecciones. Él es quien fue el primero en captar las demandas de la sociedad y supo traducirlas en acción”. 

¿Todos ascendidos entonces? Casi. En la zaga hay sitio para Pier Luigi Bersani, que se las arregla con un 6- y para Silvio Berlusconi que, a pesar de todo, sigue consiguiendo un 5 y medio, colocándose en condiciones de volver igualado a los suficientes el año que viene. 

“Bersani está al límite –observa el politólogo– porque se equivocó por completo en la campaña electoral. Hizo una elección de identidad, trató de unir a su pueblo, sin darse cuenta de que el núcleo duro ahora está reducido a los huesos y que, para vencer, hay que abrirse a nuevas instancias. Sin embargo, la suya también fue una estrategia completamente legítima, por lo que no tengo ganas de ponerlo al nivel de su oponente directo". 

¿Y Berlusconi? 

“Cinco y medio, que no es poca cosa con lo que pasó. El líder de Forza Italia tiene siete vidas y logra influir en la política italiana incluso después de la decadencia, porque tiene habilidades decididamente fuera de lo normal. A pesar de todo, el jinete se mantiene en el sillín, trayendo consigo un electorado que vale cerca del 15% y dado que la legitimidad política se basa en el consenso, eso hay que tenerlo en cuenta”. 

En el campo del centroderecha se puede decir que el alumno supera al maestro, dado que Angelino Alfano conquista un 6 y medio, pero es una marca a confirmar en 2014. 

“Promociono a Alfano –dice Gualmini– porque tuvo el coraje. Hoy, sin embargo, no está claro hacia dónde quiere ir y hay que decir que aún no ha pasado el control de las urnas”. 

En resumen, ¿en general rechazó la política y promovió a los políticos? 

“Sí – responde el investigador – aunque pueda parecer contradictorio. En 2013 escribimos páginas muy malas, pero al final seguimos aquí y confiamos en que 2014 traerá por lo menos una reforma electoral. Sin embargo, no estamos curados y el rechazo sigue a la vuelta de la esquina. De hecho, la política italiana y sus protagonistas deben dar un salto de calidad, deben expresar ambiciones más altas, porque con notas medias máximas flotas. Hay modelos para inspirar: Obama, por ejemplo, que sin duda merece un 9 y medio, porque ha dado esperanza a categorías sociales nunca antes representadas. O Angela Merkel, a quien le daría un 9 porque lejos de ser nuestra verdugo, es quien mejor interpreta las necesidades de su pueblo. Es un líder carismático, competente, confiable, es decir, tiene todas las cualidades necesarias para gobernar por mucho tiempo y bien”.

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