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Grecia en la balanza: tres escenarios para Atenas

AXA Investment Managers – ¿Prevalecerá la disposición a negociar? ¿Se acelerará la corrida bancaria? ¿Es probable la salida del país de la Unión Europea? Estos son algunos de los posibles desarrollos de la crisis griega.

Grecia en la balanza: tres escenarios para Atenas

Cada semana las negociaciones entre las autoridades griegas y los prestamistas internacionales nos mantienen en vilo. Mientras Grecia hace pequeñas adiciones al plan de reformas previamente rechazado, el trío de acreedores, socios de la Eurozona, el FMI y el BCE, exige reformas estructurales amplias y creíbles, en línea con lo acordado previamente, a cambio de la entrega de los último tramo del segundo plan de rescate. 

Cada semana, los observadores intentan estimar la liquidez que aún queda en las arcas del gobierno, y cada semana el incumplimiento parece inminente, con la incapacidad del gobierno para cumplir con las obligaciones internas, como el pago de las pensiones. Sin embargo, hasta ahora el gobierno ha logrado mantenerse a flote, incluso mediante el saqueo de las reservas de los fondos de pensiones y los gobiernos locales, con el pago de 448 millones de euros al FMI el 9 de abril. 

El suspenso podría durar hasta la próxima reunión del Eurogrupo en Riga, prevista para el 24 de abril, pero no mucho más allá. Cuanto menos avancen las negociaciones, más durarán las negociaciones y esto empujará a los griegos a una corrida en las sucursales bancarias por temor a un bloqueo de los retiros. El factor más crítico no es tanto la capacidad del gobierno para pagar las facturas como el balance de los bancos griegos. Esta corrida agotadora sobre los bancos podría llevarlos a la insolvencia y obligaría al BCE a suspender la inyección de liquidez, que ya ronda los 100 millones de euros.

A estas alturas, es difícil descifrar las intenciones de las autoridades griegas: nos preguntamos si la nueva Asamblea Nacional del país, dada su composición, tiene la autoridad política para encontrar un acuerdo en temas sensibles como la prohibición de la negociación colectiva de trabajo. , la prórroga del plan de privatización o la suspensión del pago de las pensiones complementarias por parte de los fondos de pensiones complementarias ya en quiebra. El tiempo lo dirá, un recurso que siempre es insuficiente. Mientras tanto, prevemos tres escenarios posibles:

ESCENARIO POSITIVO 

Predomina la disposición a negociar. El gobierno griego sigue adelante con las reformas estructurales, cambia el objetivo de superávit primario, la Revisión Griega tiene éxito, se desembolsa el último tramo del préstamo (más los cupones de los bonos en manos del BCE) y Grecia obtiene una reducción en el valor presente neto de la deuda del país.

ESCENARIO DIFÍCIL

La corrida bancaria se acelera, anticipándose al resultado negativo de la Revisión, el gobierno aplica controles de capital y un límite semanal a los retiros de efectivo, como sucedió en Chipre en 2013. La rápida recesión de la economía convence al gobierno a negociar (quizás después de elecciones anticipadas). Luego se vuelve al escenario anterior.

GRECIA FUERA DE LA UE

El comienzo es similar al escenario anterior pero el gobierno vuelve a su posición inicial (quizás tras elecciones anticipadas), la fuga de capitales y la insolvencia bancaria obligan a emitir una nueva moneda, inicialmente a la par del euro, que se deprecia fuertemente tras la flotación. El coste financiero para la Eurozona es enorme, entre 150 y 200 mil millones de euros. Sin embargo, Grecia permanece en la Unión Europea, la devaluación tiene éxito y finalmente sigue la recuperación. 

Después de la introducción de controles de capital, la decisión política de emitir una moneda nacional puede llevar mucho tiempo y, por lo tanto, ser manejable. Como alternativa a una salida controlada de la Eurozona, la situación política podría volverse caótica y Grecia podría salir de la Unión Europea. Pero un escenario tan negativo nos parece bastante improbable.

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