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Gobierno: los exámenes nunca terminan

Hoy en el voto de confianza de la Cámara sobre el decreto de desarrollo, en la tarde Berlusconi abre el cheque en el Senado. Napolitano reafirma los compromisos en Libia con los aliados, sancionados por la votación parlamentaria: pero la Liga, con Maroni, confirma la línea de Pontida. Para ministerios en el Norte solo oficinas de representación. De fondo la maniobra de los 40 mil millones.

El Gobierno intenta volver a empezar desde el Parlamento. De hecho, hoy el salón Montecitorio se pronunciará sobre la confianza solicitada para el decreto de desarrollo e inmediatamente después sobre la disposición. Mientras tanto, por la tarde Berlusconi abrirá la verificación al Senado y así se pronunciará sobre las peticiones colocadas solemnemente por la Liga en el césped de Pontida. Las solicitudes, en verdad atenuadas después de ayer, a última hora de la tarde, Carroccio y PDL habrían llegado a un acuerdo sobre el hecho de que como máximo algunas oficinas de representación se trasladarán al Norte. Todo ello después de que Alemanno y Polverini lanzaran una recogida popular de firmas para frenar de raíz la iniciativa de la Liga Norte y mientras la oposición en el Parlamento anuncia una agenda sobre la inamovilidad de los despachos ministeriales.

Pero mientras tanto fue el jefe de Estado Giorgio Napolitano quien reiteró con firmeza que Italia, en lo que se refiere a Libia, según lo sancionado por el Parlamento, se mantiene del lado de los aliados en la intervención solicitada por la ONU. El canciller Frattini también explicó que cada una de nuestras decisiones no puede ser unilateral, sino que debe tomarse en los foros internacionales correspondientes. Estas intervenciones no convencieron a Carroccio, tanto que el ministro del Interior Maroni confirmó punto por punto las solicitudes llegadas desde la pradera de Pontida.

También y sobre todo en este día el primer ministro tendrá que decir algo en el discurso con el que abrirá el cheque en el Palacio Madama. En definitiva, para Berlusconi y para el gobierno (también lapeado por la investigación judicial del caso Bisignani) los exámenes nunca terminan. Empezamos hoy con las parlamentarias. Pero mientras tanto, nuestras cuentas y las de nuestras empresas continúan bajo el escrutinio de las agencias de calificación y de Europa. Dado que ayer Moody's también puso en observación a algunas de las empresas más representativas, como Enel, Eni, Poste, Finmeccanica y Terna. Todo ello, mientras el ministro de Economía, Tremonti, podía adelantar los contenidos de la maniobra de los 40 millones, tal y como piden los organismos europeos y Confindustria.

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