Jubilación libre de impuestos y bajo costo de vida. Este ofrece Portugal a los jubilados italianos. Pero ojo porque no es oro todo lo que reluce. Obtener el estatus de "residente fiscal en el extranjero", para tener acceso a la desgravación portuguesa, no es tan fácil. De hecho, los trámites administrativos a realizar en Italia y Portugal presentan varios escollos y los tiempos técnicos son bastante largos.
Comencemos con el hecho: el gobierno portugués, con el fin de atraer capital extranjero, ha promovido una ley que ofrece a todos los jubilados extranjeros, durante 10 años, la no tributación de la pensión profesional. La medida del gobierno portugués parece interesante para los pensionistas extranjeros, no solo por los beneficios fiscales que ofrece, sino también por las condiciones económicas del país. Según Numeo, de hecho, en Lisboa se necesitarían alrededor de 2.629,914 euros para mantener el mismo estilo de vida que se tiene en Milán con 3.900,00 euros (por ejemplo, un litro de leche cuesta 0,64 euros en Lisboa frente a 1,09 en Milán).
Por lo tanto, la combinación de bajo costo de vida y exenciones fiscales es muy atractiva. Sin embargo, para poder disfrutar de estas ventajas se deben cumplir varios requisitos. En primer lugar, las autoridades fiscales italianas deben considerarlos "residentes fiscales en el extranjero". ¿Cómo se puede lograr este estatus? No debe estar registrado en el registro de personas que residen en Italia durante 183 días y al mismo tiempo debe estar registrado en AIRE No debe tener un domicilio en Italia por más de la mitad del año y no debe ser una residencia habitual , durante más de la mitad del año en Italia. Si falta solo una de estas condiciones, se le considera residente fiscal en Italia y, por lo tanto, no puede acceder a regímenes fiscales extranjeros preferenciales.
Requisitos para acceder a la exención del impuesto sobre pensiones en Portugal
Una vez que haya demostrado ser un "residente fiscal en el extranjero", existen otros requisitos que debe cumplir para acceder a las ventajas fiscales portuguesas. El solicitante no debe haber estado sujeto a impuestos como residente fiscal en Portugal, durante ninguno de los cinco años anteriores al de presentación de la solicitud. Debe demostrar que reúne las condiciones necesarias para ser considerado residente fiscal en Portugal. Estos son: haber permanecido en Portugal por más de 183 días, y si el período es menor, debe demostrar que tiene una vivienda en territorio portugués en condiciones que le permitan ser habitable y que tiene la intención de ocuparla como habitual residencia. Otro requisito fundamental es no ser pensionista público. En este caso, debido al Convenio para evitar la doble imposición firmado entre Italia y Portugal, las pensiones públicas deben tributar en origen en el país donde se prestaron los servicios (Italia). Esto lleva a la consecuencia, por lo tanto, de que sólo los jubilados que tengan pensiones de carácter privado podrán beneficiarse de las ventajas fiscales portuguesas.
Pero los obstáculos no acaban aquí porque la solicitud de exención fiscal debe hacerse dentro del año anterior a aquel sobre el que habrá de producirse el efecto. Esto se debe a que las autoridades fiscales portuguesas necesitan tiempo para revisar las solicitudes individuales. De hecho, la evaluación de cada solicitud se lleva a cabo, en promedio, dentro de los seis meses. La consecuencia es que hasta ese momento no se podrá disfrutar del régimen de exención fiscal.
Documentos para evitar la doble imposición
Una vez que se hayan presentado los documentos a las autoridades fiscales portuguesas y se haya obtenido la aprobación, el pensionista deberá solicitar al INPS que aplique el Convenio para evitar la doble imposición sobre la pensión (una en Italia y otra en Portugal). Por lo tanto, para obtener la desgravación fiscal de la pensión en Italia, el pensionista debe entregar el formulario CI534-EP-I/4 (italiano-español) en la oficina del INPS. El documento se encuentra en la sección Formularios, Convenios Internacionales del INPS y está disponible en cuatro versiones. El módulo italiano-francés, el módulo italiano-alemán y finalmente el italiano-español.
El modelo fue elaborado unilateralmente por Italia y es aceptado por casi todos los países de la UE (Portugal se encuentra entre ellos) y es importante porque certifica la voluntad de presentar una solicitud para solicitar la no ejecución total o parcial de la retención en origen italiana. Además de presentar el documento elaborado por el INPS, el pensionado también debe presentar un certificado en papel de la autoridad extranjera competente, que acredite que el sujeto en cuestión tiene residencia fiscal en el extranjero. Una vez finalizado el trámite administrativo, ¡solo queda disfrutar de la jubilación!
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