comparte

Giunta Pisapia, la nueva administración de Milán habla del sistema de méritos pero contrata bagmen

El nuevo alcalde de Milán se mueve con equilibrio y pretende representar a toda la ciudad, pero corre el riesgo de resbalar en la contratación municipal: prometió no hacer un sistema de botín sino solo un sistema de méritos. Pero luego contrató a ocho repartidores que también irritaron a los partidarios del nuevo consejo de centroizquierda y levantaron acaloradas protestas en Internet.

El 27 de junio estalló el primer enfrentamiento entre la antigua y la nueva administración municipal de Milán. La junta de Pisapia acababa de despedir a 32 ejecutivos contratados por Moratti y sus consejeros. El exalcalde ataca un "spoil system que no tiene en cuenta las situaciones personales y profesionales". La respuesta del nuevo alcalde está lista: «Las decisiones del Ayuntamiento son coherentes con lo que siempre hemos defendido: potenciar el aparato municipal, su capital humano y profesional. Haremos esto, y tomaremos decisiones asumiendo plena responsabilidad. No es un sistema de botín, sino un sistema de méritos. No tengo la costumbre de hacer elecciones investigando los vínculos políticos, sino solo evaluando la necesidad efectiva del Municipio y de quienes viven y trabajan en Milán».

Cuatro días después, sin embargo, un giro que hizo estallar los blogs de la izquierda milanesa: «Cualquier cosa menos el sistema de méritos, los criterios para contratar amigos siempre han sido los mismos». La junta se reunió el 1 de julio: ocho contrataciones de "bolsos" estaban en la agenda, lo que llevó a los simpatizantes de Pisapia a escribir en los chats: "Cómo explicar a los cientos de trabajadores precarios del Municipio que están esperando la renovación del contrato ( y que la congelación de las contrataciones y los recortes de 9,6 millones anunciados a las Regiones y Entidades Locales se han convertido en una utopía) y a los que creyeron en el nuevo viento en el Palazzo Marino la contratación de 8 externos todos dentro de partidos y comités que desembocó en la elección de el actual alcalde?
Pero, ¿quiénes son estas piedras de escándalo? Aquí están sus perfiles.

Cosimo Palazzo, presidente del Circolo Vigentina del PD, contratado como funcionario por el nuevo Concejal de Bienestar, Pierfrancesco Majorino. Salario: 64 euros anuales.

Antonio Bisignano, contratado por Pierfrancesco Maran (delfín milanés de Penati y concejal de movilidad). Activista de Change Milano, laboratorio del Partido Demócrata para las elecciones locales. Salario: 42.640 euros anuales.

Luca Stanzione, un joven inscrito en la SEL, contratado en la categoría C en la secretaría del concejal Tajani (SEL, ex centro de estudios CGIL). Salario: 42 mil euros anuales. No es un graduado.

Stefania Amato, contratada dentro del Gabinete del Alcalde como instructora gerente de servicios administrativos, ex contrato de proyecto de la ONU, activista en los comités por Pisapia en la campaña electoral. Salario: 40 mil 500 euros anuales.

Ana Victoria Arruabarrena, contratada como la Amato. Mismo salario. Formó parte del comité de la Zona 4 de Pisapia.

Caterina Sarfatti, hija de Riccardo, candidato de izquierda a la Región en 2005, fallecido el año pasado tras un accidente de tráfico. Coordinadora del Taller de la Ciudad de Pisapia, también se encuentra en la alcaldía. Según los blogueros: “Ella nunca hizo política antes de la muerte de su padre, es conocida por haber leído una carta en su funeral en la que la invitaba a votar por Stefano Boeri (nota del editor: el candidato del Partido Demócrata, ahora concejal) en las primarias". Mismo sueldo que Amato y Arruabarrena.

Roberta Pezzulla, ex Ceas (Centro de Solidaridad Ambrosiana), empleada en el gabinete del teniente de alcalde Guida. Salario: 37 mil euros anuales.

Federica Parodi, secretaria de la regidora Lucía Castellano, como instructora gerente de servicios administrativos, categoría D, puesto económico 1. Sueldo anual de 38.660 euros.

Revisión