Los japoneses, y no solo los japoneses, están locos por las películas y los dramas que llevan la era de los samuráis a la pantalla. Los samuráis, como sabemos, eran profesionales de la guerra y hay muchas escenas que los muestran luchando con su brillante armadura, sus cabezas cubiertas por voluminosos cascos y blandiendo temibles espadas. El arte de la guerra tiene un peso, y ni siquiera ligero, de hecho el equipo completo puede llegar a pesar más de 20 kilos. Toda la parafernalia -en japonés "kacchu"- que convierte a cualquier guerrero en un verdadero samurái es producida por unas pocas empresas especializadas, la más importante de las cuales es la Marutake Sangyo Company, que vende sus artículos a productoras de cine y televisión y a coleccionistas privados.
Los técnicos y artesanos de la empresa son capaces de recrear con minucioso cuidado cada detalle de la indumentaria y las armas de los antiguos samuráis, pero desde hace un tiempo han ido lloviendo una serie de peticiones cuyo mínimo común denominador era la necesidad de "aligerar "los refuerzos. De hecho, parece que a los actores de hoy en día les resulta cada vez más difícil soportar el peso de los accesorios necesarios para interpretar a un samurái completamente armado.
Así que en Marutake se pusieron a estudiar el problema y dieron con un completo traje de samurái hecho con papel kraft, un tipo especial de papel que generalmente se usa para hacer sacos. El resultado fue sorprendente: la armadura no solo es tan ligera como para permitir fácilmente cualquier evolución, sino que, sobre todo, ha sido diseñada con tanta habilidad como para ser completamente plausible. El papel "kacchu" firmado por Marutake llamó la atención de los funcionarios del Ministerio de Economía-Comercio-Industria, y la empresa Marutake Sangyo recibió el premio Monozukuri Nippon, por su capacidad de combinar tradición e innovación.
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