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Alemania da la batalla por cambiar el fondo de ahorro estatal con la apuesta del MEDE

El debate interno sobre el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que debería sustituir al EFSF a partir de mediados de 2013, está acalorado - Sigue siendo incierta la fecha de entrada en vigor, la dotación efectiva y la participación o no de particulares - Berlín, hasta ahora rígido en el tema, parece querer traer el ESM para despegar a 2012, pero no falta la polémica

Alemania da la batalla por cambiar el fondo de ahorro estatal con la apuesta del MEDE

Buena parte del partido diplomático que se jugará el jueves y el viernes en el Consejo Europeo de Bruselas se refiere al llamado fondo de estabilización permanente o Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), destinado a sustituir al EFSF a partir de mediados de 2013. Firmado el 11 de julio por los diecisiete estados de la Eurozona, el Tratado que regula este vehículo modifica el art. 136 TFUE y aún tiene que encontrar la aprobación en varios parlamentos nacionales, incluido el alemán. Con un capital autorizado de 80 2016 millones de euros a pagar en cinco cuotas para 500 y una capacidad financiera efectiva de 440 XNUMX millones de euros (frente a los XNUMX XNUMX millones de euros originales del EFSF), el fondo emitirá valores con cláusulas de acción colectiva, es decir, institucionalizar la posibilidad de un recorte de la deuda y podrá rastrillar los bonos de países en dificultades de refinanciamiento en el mercado primario y secundario.

La incertidumbre, sin embargo, sigue reinando tanto sobre la fecha de su entrada en vigor, como sobre su efectiva dotación, y finalmente sobre la implicación de los particulares en la posible reestructuración de la deuda. Ante lo precipitado de la situación, la Comisión Europea ha pedido adelantar la activación a 2012 y excluir la participación de inversores en los planes de rescate, una opción nunca digerida del todo por los franceses. La transformación del fondo en banco también está sobre la mesa. Todos cambios que en cualquier caso requerirían un nuevo tratado respecto al firmado en julio. En este punto, Alemania parece dispuesta ahora a dar unos pasos atrás, como admitió la propia canciller alemana en la reunión del pasado lunes en París con el presidente francés. La contrapartida de tener reglas de control más estrictas sobre los presupuestos nacionales pasa, de hecho, por el abandono de algunas posiciones consideradas excesivamente rígidas por Berlín. Este sería otro cambio de dirección, no menos importante también para el MEDE, cuyo estatus como acreedor privilegiado fue primero afirmado, luego negado y finalmente reafirmado nuevamente. Más allá de las dificultades de financiación que ya sufre la EFSF, estos continuos cambios en las reglas del juego ciertamente no ayudan a devolver la seguridad y estabilidad a los mercados.

Concedido y no concedido que el camino de las herramientas de rescate es la forma correcta de salir de la crisis. Frank Schäffler, diputado libertario elegido de entre las filas del FDP, el partido aliado de la señora Merkel, tiene algunas dudas. Desde hace año y medio libra una lucha despiadada contra la ayuda alemana a los países periféricos. Lo está haciendo solo contra los mismos líderes de su partido. En los últimos meses también ha conseguido iniciar un referéndum de miembros de su partido (Mitgliederentscheid) para rechazar el ESM, que votará el Bundestag en enero. Si el resultado, que se comunicará el próximo 17 de diciembre, le fuera favorable, la coalición amarillo-negra estaría al final de la fila. Schäffler pide que "riesgo" y "responsabilidad" vuelvan a ir de la mano y, por lo tanto, no tiene miedo de hablar de recortes e insolvencia. Reforzado por la opinión pública contra las subvenciones al resto de Europa y el apoyo oficial de 54 destacados economistas alemanes así como de la Liga de Contribuyentes (Bund der Steuerzahler), Schäffler aprovecha el difícil momento que atraviesa el FDP para dar el hombro definitivo a sus puntas . Hasta el momento han votado 15.000 inscritos, el quórum para que la consulta sea válida está fijado en 21.500. Las voces provenientes de París que quisieran ver diluidas las prerrogativas del MEDE podrían, en última instancia, fortalecer a Schäffler y al pequeño cuadro de rebeldes que lo siguen.

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