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Alemania, elecciones autonómicas: confirmaciones de Merkel pero aumentan los euroescépticos

Gracias a una participación cada vez menor (solo uno de cada dos votantes acudió a las urnas), el partido de la canciller Angela Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), registra resultados muy positivos en algunos Lander, algunos menos en otros – El partido anti-euro se eleva

El resultado de las elecciones en los dos Länder orientales de Turingia y Brandeburgo no dio sorpresas especiales. Gracias a una participación en constante descenso (solo uno de cada dos votantes acudió a las urnas), el partido de la canciller Angela Merkel, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), registró dos resultados muy positivos tanto en el Land de Erfurt, en el que ha gobernado sin interrupción durante los últimos veinticinco años (33,5 %), y en el Land de Potsdam, en el que tradicionalmente está menos arraigado (23 %) y donde también ha conseguido desbancar a la extrema izquierda (18,6 %), muy por debajo de hace cinco años (-8,5%).

Menos brillante fue el resultado de los aliados de la señora Merkel, los socialdemócratas del SPD, que por un lado confirman el bastión tradicional de Brandeburgo (32%), pero por otro lado caen al 12,5% en Turingia, en el que la participación de Leone lo hizo justo en el extremo izquierdo, estable en 28%. Gracias a la salida de los parlamentos regionales de los liberales del FDP, los democratacristianos ya no pueden contar con el tradicional socio de coalición y, al igual que sucedió el año pasado a nivel federal, deben comprometerse con sus oponentes socialdemócratas.

Socialdemócratas que, sin embargo, en ambos Länder tendrían ahora la posibilidad de inaugurar una nueva temporada política, aliándose con Die Linke y el pequeño partido ecologista de Grüne (5-6%). La situación en Turingia es particularmente delicada. Continuar la alianza con los demócratas cristianos podría condenar al SPD a hundirse aún más en el índice de aprobación de los votantes, mientras que ayudar a elegir al primer gobernador de extrema izquierda en un estado alemán podría alejarlos de los votantes moderados, así como provocar un terremoto incluso. en la socialdemocracia a nivel federal. En cambio, el panorama en Brandeburgo es menos complicado, donde el gobernador saliente podrá elegir si continúa la experiencia con Die Linke o los propios democratacristianos como nuevos aliados.

Las negociaciones que comenzarán en los próximos días tendrán la última palabra. Por otro lado, aparece fuera de escena la AfD, el partido euroescéptico que a nivel regional ha utilizado los caballos de batalla de la derecha conservadora y ha logrado así con creces el objetivo de superar el umbral (10,6 % en Turingia, 12,2 % en Brandeburgo), restando preciosos votos a los liberales del FDP, ahora reducidos a un parpadeo.

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