El gobierno alemán aún no ha nacido, pero Europa ya tiene una certeza: Alemania seguirá rechazando cualquier forma de reparto de deuda con sus socios del Viejo Continente.
Según informó hoy el periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, los partidos que se preparan para formar la nueva "coalición bruta" -es decir, la alianza CDU-CSU encabezada por la canciller Angela Merkel y los socialdemócratas del SPD- han decidido oponerse tanto a la proyecto para el eurobono, tanto para eso para el fondo de redención de la deuda pública.
En definitiva, en este punto el acuerdo bipartidista entre las dos facciones que gobiernan el Bundestag reafirma la línea más clásica alemana: cada estado de la eurozona debe ser garante y responsable de su propia deuda.