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Francia, trabajo: Macron lanza su Ley de Empleo

El presidente francés quiere cerrar antes de verano el expediente de la Loi Travail, que deberá sustituir al discutido lanzado por el Gobierno de Valls, insistiendo en la flexibilidad pero negociando con los sindicatos los contratos y los despidos -Macron ha pedido el procedimiento acelerado , por lo que el proyecto de ley debe convertirse en ley en septiembre: aquí están los puntos clave.

Decreto legislativo y procedimiento acelerado. Macron sobre la reforma laboral, la Ley de Empleo a la francesa inspirada en parte en la ley aprobada por el gobierno de Renzi, no quiere perder el tiempo. El proyecto de ley, que será el primer campo de pruebas del nuevo Presidente de la República (inmediatamente después será el turno de las pensiones), fue presentado el miércoles 28 de junio en el Consejo de Ministros y ha el primer objetivo es una mayor flexibilidad en el mercado laboral: "Es una reforma que traerá más diálogo social y económico - dijo la ministra de Trabajo, Muriel Pénicaud -, que traerá más libertad pero también más seguridad".

El documento está compuesto por nueve artículos, cinco de los cuales ilustran los pilares de la reforma prometida por Macron en la campaña electoral: la posibilidad de derogar los convenios colectivos de trabajo a través de convenios empresa-sindicato, la fusión de los órganos de representación de los trabajadores para simplificar las diálogo, obligatorio para indemnizar a los trabajadores despedidos sin justa causa. También hay otros temas candentes en el plato, como el de despido por causas economicas, que la actual ley de El Khomri ha distinguido de aquella por motivos personales. El despido económico está permitido, salvo en las categorías protegidas y sólo después de que la empresa haya intentado por todos los medios posibles reclasificar al trabajador, si se comprueba que durante un determinado período (dependiendo de su tamaño) la empresa ha reducido significativamente, aumentado su facturación o aumentado pérdidas.

De momento la reforma no desagrada del todo a los gremios, dijeron listo para el diálogo aunque todavía no esté totalmente convencido. Por ello han obtenido una serie de mesas que seguirán durante todo el verano, en paralelo a la tramitación parlamentaria de la ley. La reunión más importante se realizará en agosto con todos los representantes sindicales, aunque algunas siglas ya anunciaron un paro de un día para el 12 de septiembre, poco antes del 20 de septiembre, fecha en la que el gobierno planea cerrar el caso. La herramienta elegida es la deprescripción, equiparable a nuestro decreto legislativo, con un procedimiento acelerado que limita los pasajes entre la Cámara y el Senado (pasan a ser un máximo de 4 en lugar de 6) y de hecho delega al Ejecutivo para legislar sobre un sector específico, sujeto al consentimiento de Parlamento.

En septiembre, Macron continuará con las otras reformas sociales en trámite, que según el cronograma deben completarse en los primeros 18 meses de su mandato, por lo tanto, para fines de 2018. Sobre la mesa está el subsidio de desempleo (que será ampliada), las cotizaciones a la seguridad social, y sobre todo Pensiones, el verdadero tema que espera al nuevo presidente: la reforma ya prevé que el 60% de los jubilados franceses serán penalizados de alguna manera, pero Macron planea compensar con la supresión del impuesto sobre la primera vivienda para el 80% de quienes lo pagan actualmente, por lo tanto, ante todo, los más débiles y de hecho anciano.

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