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Eurocopas: Italia-Croacia 1-1, y ahora para los Azzurri vuelve la pesadilla de la galleta como en la Eurocopa 2004…

CAMPEONES DE EUROPA - En ventaja al final del primer tiempo gracias a una magia de Pirlo, Italia, que también había tenido varias ocasiones para cerrar el partido, simplemente dejó de jugar - Ahora a los croatas solo les falta empatar 2-2 con España (ayer victorioso sobre Irlanda y prácticamente seguro del primer puesto) para enviar a casa al equipo de Prandelli.

Eurocopas: Italia-Croacia 1-1, y ahora para los Azzurri vuelve la pesadilla de la galleta como en la Eurocopa 2004…

Han pasado ocho años, pero todo parece haber seguido igual. Al igual que en la Eurocopa 2004, nos encontramos comentando un empate después de la segunda ronda del grupo, que hoy como entonces nos ve a moggy mogi con solo 2 puntos en la clasificación. Pero lo peor es que la peor pesadilla amenaza con volver a materializarse. Desde ese 22 de junio de 2004, al menos en Italia, la palabra "galleta" ha adquirido un significado diferente. De hecho, todos recuerdan bien el empate 2-2 entre Suecia y Dinamarca, que clasificó a ambos equipos escandinavos a cuartos de final, dejando con un partido pendiente a los Azzurri, que también habían ganado a Bulgaria. Ocho años después volvemos al punto de partida: el paso de la ronda ya no depende de nosotros y nuestros oponentes pueden matarnos (y en consecuencia seguir adelante con ellos) con un empate, para ser exactos un 2-2.

Una especie de amarcord no deseado, que afortunadamente (todavía) no se ha convertido en realidad, aunque los escenarios son bastante inquietantes. En el caso de nuestra victoria sobre Irlanda (salario mínimo para jugarlo), tendremos que esperar que España y Croacia no empate, sino tendremos que empezar a hacer los cálculos. Imaginando el peor escenario (el de una x entre españoles y croatas), los Azzurri pasarán solo si: 1) Será un empate sin gol. 2) terminará como máximo 1-1. Esto se debe a que en el caso de que tres equipos acabaran empatados a puntos (estarían todos a 5), ​​los goles marcados en los partidos directos entre ellos pasarían a ser decisivos. De momento Italia ha marcado 2, España y Croacia 1 cada uno, pero si empatan con al menos 2 goles cada uno, pronto estaría hecho el cómputo. Con la esperanza de no tener que volver a encontrarnos dentro de cuatro días para comentar otra triste página de fútbol (pero los periódicos españoles ya están en los titulares…), preguntémonos por qué estamos (otra vez) en esta situación. La culpa la tuvo el empate de ayer, mucho menos honroso que el obtenido ante España.

Tomando la delantera al final de la primera parte gracias a un hechizo de Pirlo, Italia, que también había tenido varias oportunidades para cerrar el partido, simplemente dejó de jugar. Y así, como en todas las historias que van mal, llegó el gol burlón de Mandzukic, un homenaje amable de Chiellini y su loco marcaje desde los tres metros. Pero culpar solo a Giorgione sería demasiado: todos son responsables, Prandelli a la cabeza. ¿Por qué insistir en esta forma que nunca se ha probado en dos años de gestión? ¿Por qué retrasar tanto los cambios, sobre todo en ataque? En lugar de Thiago Motta, que salió 1-0, ¿no hubiera sido mejor un Nocerino que un Montolivo? Y de nuevo, ¿tiene sentido insistir en Giaccarini y Maggio? Preguntas en serie, que nos acompañarán hasta el lunes por la noche. Cuando esperamos encontrarnos descorchando un vino espumoso (estrictamente italiano), y no tener que tragarnos la galleta más amarga jamás.

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