"La intolerancia ciudadana es legítima, pero la Administración Pública debe ser respetada". Este es el resumen de los pensamientos expresados por el Primer Ministro Mario Monti en su discurso en la apertura del Foro de Administración Pública en la Nuova Fiera di Roma.
“Quiero agradecer a todos los empleados de la Administración Pública, que en esta fase de dificultad general se enfrentan a criticidades particulares, incluso riesgos para su seguridad. La cercanía y el apoyo del Gobierno son incondicionales y constantes”, reiteró el Primer Ministro, sin embargo, refiriéndose implícitamente a los recientes ataques a Equitalia y la Agencia Tributaria.
Monti debería visitar mañana la dirección general de la Agencia Tributaria y su brazo operativo, Equitalia. Será recibido por el presidente de la compañía, Attilio Befera, y por el vicepresidente, Antonio Mastrapasqua. Monti se dirigirá a ellos, los 8 empleados, preocupados por la escalada de amenazas y ataques.
“El hecho de que miembros de la administración pública estén llamados a desempeñar funciones muy delicadas, muy impopulares, no significa –advirtió Monti– que la importancia de esas funciones sea menos esencial. No quiere decir que haya disminuido el respeto que los ciudadanos les deben, incluso en una fase en la que es legítima una cierta intolerancia de los ciudadanos por los costes globales y el todavía no adecuado funcionamiento global de la Administración Pública”.
El primer ministro también se pronunció sobre el tema de los recortes del gasto público: “La revisión del gasto no significa solo recortes, sino una mejor reasignación de recursos, aprovechando las oportunidades de ahorro”. En definitiva, es necesario “un uso más prudente y eficiente de los recursos que los ciudadanos entregan al Estado con los impuestos”.
