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Energía y medio ambiente: las 100 excelencias Made in Italy

En vísperas de la conferencia climática de París, Enel y Symbola presentan el informe "100 historias de energía italianas", dedicado a la excelencia de la cadena de suministro de electricidad italiana. Primero en Europa por la participación de las energías renovables en la producción. Starace: “La movilidad eléctrica es decisiva para el futuro. Italia tiene excelentes cartas, puede jugar el juego en primer plano”

Energía y medio ambiente: las 100 excelencias Made in Italy

“El desafío climático se gana con innovación, eficiencia, energía limpia y economía verde. Italia está ahí”. Faltan pocos días para la Cop 21 de París, la conferencia mundial sobre el cambio climático en la que participarán 160 países en los pabellones de Estados Unidos y China, y Enel aprovecha para presentar, junto a Symbola, la  Informe “100 historias energéticas italianas” . Cien casos de excelencia, todos hechos en Italia, en un mundo energético que se prepara para enfrentar grandes desafíos, ante todo el de la descarbonización.

En el informe, presentado porA Enel Francesco Starace y por el presidente de Símbolo Ermete Realacci, nombres más y menos conocidos se alternan: de Iren, a Eni-Istituto Donegani, a Luiss EnLabs la fábrica que "produce en serie" start-ups en la sede de la estación de Termini a muchos otros nombres que vale la pena mencionar porque, sin embargo, representan una excelencia y una novedad en el floreciente sector energético.

"Contamos la historia de un país que, a pesar de las antiguas limitaciones y problemas, está a la vanguardia en muchos sectores y, en particular, en el sector energético", escriben Realacci y Starace en la introducción de '100 Italian Energy Stories'. “Hemos comenzado a explotar las oportunidades de la transformación en la generación eléctrica hacia una producción sostenible y generalizada, que requiere de nuevas soluciones: en este informe, sin carácter académico ni presunción de exhaustividad, señalamos 100 protagonistas”

Italia hoy tiene la liderazgo mundial por la contribución de la fotovoltaica en el mix eléctrico nacional (7,9 %), por delante de Grecia (7,6 %) y Alemania (7 %), pero también de Japón (por debajo del 3 %), EE. UU. y China (menos del 1 %). Italia ocupa el primer lugar entre los grandes países de la UE, empatado con España, por la participación de las energías renovables en la producción de electricidad. Y somos segundos entre los grandes jugadores europeos paraeficiencia en el consumo energético de la economía nacional: consumimos 15 toneladas equivalentes de petróleo por millón de euros, Gran Bretaña 12 (pero tiene menos manufactura), Francia 16, España y Alemania 18. 

“El grupo Enel –señala Starace– se compromete a desempeñar un papel activo en el proceso de descarbonización a través de sus actividades industriales y se ha fijado el objetivo de lograr la neutralidad de carbono antes de 2050. Esperamos que con motivo de la reunión de la COP21 en París, se alcance un acuerdo global sobre el clima que pueda dar señales contundentes en esta dirección”.

La conferencia de París, añade Realacci, “es también una oportunidad extraordinaria para relanzar nuestra economía en clave verde. El 24,5% de nuestras empresas que han invertido en verde desde el comienzo de la crisis han mejorado su desempeño tanto en términos de innovación como de exportaciones y nuevos puestos de trabajo, conquistando al país un diferencial verde positivo: somos los primeros entre los principales países europeos en ecoeficiencia del sistema productivo y estamos a la cabeza por la cuota de las energías renovables en la producción eléctrica (43,3%)”.

Mirando hoy pero proyectando hacia el mañana, está claro que “sin una contribución esencial del sector del transporte -desde los vehículos de carretera, pasando por los barcos, hasta los aviones- el 'monstruo' del calentamiento global no podrá ser derrotado por completo. Un papel clave, continúa Starace, lo jugará la movilidad eléctrica. Es un mundo aún desconocido compuesto por muchos aspectos, desde la tecnología hasta las redes, las estaciones de carga, las baterías y los vehículos, en el que Italia tiene excelentes credenciales para jugar bien su juego. Estamos comprometidos a hacerlo”, subraya nuevamente Starace. En conclusión “No hay ninguna razón por la que Italia deba temer una revolución en el campo del coche eléctrico. No tenemos nada que perder, solo que ganar".

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