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Energía, se pone en marcha el Fondo de Kioto. Una inversión de 600 millones para apoyar la economía verde

El instrumento, que comenzará oficialmente el 15 de marzo, será gestionado directamente por el CDP y apoyará intervenciones tanto a nivel regional como nacional. Los destinatarios del Fondo serán personas naturales, empresas, entidades públicas, condominios y personas jurídicas privadas. Clini: "Medida fundamental para el ahorro energético y apoyo a las pymes".

Energía, se pone en marcha el Fondo de Kioto. Una inversión de 600 millones para apoyar la economía verde

Promover el ahorro de energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo de las pequeñas empresas. Estos son los ambiciosos objetivos que pretende alcanzar el nuevo ejecutivo a través del Fondo Kyoto, establecido por la Ley de Finanzas de 2007 y que lleva años sin aplicarse. Es una enorme reserva de recursos, 600 millones de euros, que finalmente se liberarán. Este innovador instrumento financiero fue presentado hoy en la sede de Cassa depositi e prestiti en presencia de Corrado Clini, Ministro de Medio Ambiente, Corrado Passera, Ministro de Desarrollo Económico, Vasco Errani, Presidente de la Conferencia de las Regiones, Giovanni Sabatini, Director General de el 'Abi, Franco Bassanini y Giovanni Gorno Temprini, respectivamente presidente y director general del CDP.

El Fondo, que comenzará a funcionar el 15 de marzo, será administrado directamente por el CDP y apoyará intervenciones tanto a nivel regional como nacional. En el primer caso será el motor de la instalación de plantas de microgeneración y de la difusión de estructuras de pequeña escala alimentadas con fuentes renovables y destinadas a la generación de electricidad o calor. A escala nacional, los recursos se utilizarán para desarrollar actividades de investigación orientadas a la producción de energía limpia. Otras posibilidades son la sustitución de motores eléctricos industriales de potencia superior a 45kW por motores de alta eficiencia y la eliminación de las emisiones de óxido nitroso de los procesos productivos. Además, la legislación permite que la presentación de un solo proyecto de inversión que contemple la integración de varias áreas, se lleve a cabo en un mismo sitio para crear un sistema integrado.

Los beneficiarios del Fondo constituyen un grupo grande y heterogéneo: personas físicas, empresas, entidades públicas, condominios y personas jurídicas privadas. “Es una medida anticíclica – explicó Clini – que permitirá disponer de los fondos disponibles a una tasa de interés del 0,5% y según un mecanismo de sucursal. Con estos recursos será posible realizar inversiones que, gracias a la reducción de la factura energética, se amortizarán en 3 o 4 años y luego seguirán funcionando durante un largo periodo, dando beneficios”. Los préstamos tendrán una duración máxima de seis años, que ascenderá a quince para los organismos públicos, y serán amortizables en cuotas semestrales. Los bancos que se hayan adherido al sistema podrán apoyar aquellas porciones de los proyectos que no hayan sido cubiertas por créditos subsidiados. “La idea detrás del Fondo es apoyar inversiones pequeñas y generalizadas –añadió Clini– para dar vida al tejido de las pymes. Gracias a este dispositivo, se crearán las condiciones para transformar radicalmente el sistema energético italiano".

Un buen funcionamiento de toda la estructura permitirá al Fondo recibir nuevos recursos, provenientes de la venta de permisos de emisión de CO2 a empresas que próximamente serán subastados. De hecho, las directivas europeas exigen que el 50% de los ingresos se destinen a proyectos para desarrollar fuentes alternativas y descarbonizar los sistemas energéticos. La cuestión energética asume, por tanto, un papel cada vez más central en la agenda política de nuestro país, sobre todo porque Europa aspira a eliminar las emisiones de carbono en los procesos industriales ya hacer definitivamente de la economía verde un eficaz vehículo de crecimiento. “La energía es un tema transversal que atraviesa todas las áreas de la vida en el país y que –observó Passera– también se puede ubicar en el plan general de trabajo del gobierno para el desarrollo de Italia. Necesitamos opciones coherentes en las que las Regiones tendrán responsabilidades específicas, sin por ello descuidar el papel y las funciones de la administración central”.

La fase preliminar del Fondo será prerrogativa de Abruzzo, Basilicata, Emilia Romagna, Lombardía y Piamonte, que podrán utilizar organismos de desarrollo regional y sociedades financieras. Los Planes Energéticos Autonómicos se potenciarán aún más, “pero no pueden en modo alguno sustituir al Plan Energético Nacional que -advirtió Errani- requerirá un enfoque más orgánico y homogéneo, basado en el desarrollo de redes integradas. Se necesita urgentemente una colaboración más funcional entre las instituciones centrales y periféricas”.

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