Tener dolor de cabeza cuesta mucho: más de 4 euros al año. Una carga económica que en Italia recae mucho más sobre las mujeres, afectadas por la migraña el doble que los hombres (cuatro millones de casos al año frente a dos millones). Así se desprende del estudio Gema (Gender&Migraine) del Centro de Investigación en Gestión Sanitaria y Social (Cergas), presentado este miércoles en Roma durante una conferencia.
A partir de los datos registrados, Cergas ha estimado un coste anual por paciente de migraña de 4.352 euros, de los cuales:
- 1.100 (25%) para servicios de salud,
- 1.524 (36%) por pérdidas de productividad,
- 236 (5%) para asistencia formal
- 1.492 (34%) para asistencia informal
Los costes a cargo de los pacientes por medicamentos o tratamientos no cubiertos por el Sistema Nacional de Salud se han cuantificado en 464 euros anuales.
Según la encuesta -realizada sobre una muestra de 607 pacientes adultos con al menos 4 días de migraña al mes-, las mujeres siempre pierden más días de trabajo (16,8 al año frente a 13,6 de los hombres) y días de vida social (26,4 frente a 20) y están más sujetos al fenómeno del presentismo, oa días en los que se presentan al trabajo sintiéndose mal (51,6 días frente a 35,6). Sin embargo, debido a unos ingresos inferiores a los de los varones, gastan menos en diagnóstico y tratamiento (1.132 euros al año frente a 1.824) y reportan una menor pérdida de rentabilidad.
“Las mujeres parecen ser víctimas de los numerosos y fundamentales roles que desempeñan a nivel social – explica Rosanna Tarricone, decana asociada de SDA Bocconi y directora científica del proyecto – Sufren de migrañas más que los hombres, pero no pueden permitirse el privilegio de ausentarse del trabajo o dejar de lado las tareas domésticas tradicionales. Además, al tener un ingreso en promedio inferior al de los hombres, las mujeres renuncian a realizar visitas y exámenes, a comprar medicamentos no dispensados por el sistema nacional de salud, a someterse a tratamientos no médicos y a recibir asistencia formal”.
A partir de las evidencias surgidas sobre el coste de la patología y “sobre el diferente impacto que produce la migraña en las mujeres -concluye Tarricone-, el estudio pretende apoyar el desarrollo de políticas sanitarias y socio-sanitarias diferenciadas por género, con el objetivo de llenar la brecha existente en una lógica de equidad redistributiva".
