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Eficiencia energética: más de 3 mil millones de dólares de empresas estadounidenses

A pesar de las proclamas del presidente Trump sobre la eficiencia energética, las empresas estadounidenses están invirtiendo en energía solar generalizada y en la gestión de redes inteligentes. Empresas europeas como Enel, la francesa Engie y la alemana EON también apuestan por la eficiencia.

Eficiencia energética: más de 3 mil millones de dólares de empresas estadounidenses

el presidente de los Estados Unidos Donald Trump dijo rotundamente que no lo creía. Por lo tanto, tomó las primeras decisiones de su mandato en materia de la eficiencia energética, sin saber que las empresas de su país están invirtiendo millones de dólares en racionalizar el consumo. Hasta 2016 gastaron más de 3 mil millones compitiendo con las hermanas europeas. Inversiones en nuevas tecnologías y proyectos a largo plazo con bajo impacto ambiental. Trump en 2016 aún no estaba en la Casa Blanca, pero había iniciado la campaña electoral con aversión a todo lo que había hecho Obama en materia de lucha cambio climático.

Sin embargo, en esos mismos meses las inversiones favorecieron a los solar difusa, gestión de redes inteligentes, uso inteligente en el interior de la vivienda y todo lo conectado a ella. Básicamente un interés generalizado por la salud del planeta, presupuestos y carteras. El último documento GTM de EE. UU. describe este estado de cosas global. Certifica que el año pasado entre EEUU y Europa se triplicó el gasto de los seis años anteriores.

Hasta 42 empresas han concentrado sus esfuerzos en adquisiciones de empresas y participaciones más pequeñas. Incluso las estrategias del italiano Enel, por ejemplo, ayudar a fortalecer la credibilidad y las expectativas de una demanda de energía de calidad. El almacenamiento de energía con las últimas tecnologías capitalizó $ 328 millones, seguido de otros $ 297 millones en energía solar fotovoltaica distribuida. Dos sectores bien analizados en el estudio, que dejan claro cómo se practica el afán de ahorro de las familias medias. De hecho, estamos hablando de tecnologías para uso principalmente doméstico.

En el escenario europeo, los franceses Engie y el alemán EON han conquistado las primeras posiciones con la cogeneración solar distribuida. En EEUU el fenómeno se ha extendido por muchos estados, contrastando las ideas de quienes no creen en la eficiencia energética y lo apuestan todo a un renacimiento de las energías fósiles.

Estábamos hablando de de redes inteligentes, redes inteligentes de producción y consumo. Se consideran adquiridos en grandes sectores de la población mundial. Los usuarios se transforman de consumidores pasivos a autoproductores, explotando las posibilidades de las nuevas tecnologías. Las inversiones en este campo son a largo plazo, pero para los analistas garantizan retornos a gran escala.

La Unión Europea las está financiando y los ambientalistas americanos están estimulando su difusión.Por último, la facturación de miles de millones de dólares por ventas de tecnologías directas y acumulación de energía a clientes finales también es un buen augurio. Datos económicos que están relacionados con la ingeniería de plantas en sentido estricto, es decir, con aquellas aplicaciones que van desde la regulación de la luz hasta los termostatos. Un escenario que evoluciona al margen de las decisiones de la Casa Blanca.

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