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Edison, Unioncamere y Symbola firman el Manifiesto: "Más allá de la crisis"

Fondazione Edison, Unioncamere y Symbola no nos escuchan hablar de decadencia, ya quienes sostienen la tesis de un país que ha perdido competitividad les responden con un manifiesto (presentado hoy en Roma): “Más allá de la crisis. Italia debe hacer Italia”, a la que ya se han sumado exponentes del mundo económico y empresarial.

Edison, Unioncamere y Symbola firman el Manifiesto: "Más allá de la crisis"

“Italia está en crisis, una crisis profunda y dramática. Pero no es un país sin futuro”. Fondazione Edison, Unioncamere y Symbola no nos escuchan hablar de decadencia, y a quienes sostienen la tesis de un país que ha perdido competitividad les responden con un manifiesto (presentado hoy en Roma): Más allá de la Crisis. Italia debe hacer Italia. A la que ya se han sumado exponentes del mundo económico y empresarial.

Sin cerrar los ojos sobre los males ancestrales que lastran al país -la deuda pública, las desigualdades sociales, la economía sumergida, la criminal, el atraso del Sur, una burocracia muchas veces persecutoria e ineficaz- y sobre la crisis que los ha agravado. , Ferruccio Dardanello, presidente de Unioncamere, marco fortis, vicepresidente de la Fundación Edison, ed. Hermes Realacci, Presidente Symbola, habla de una Italia real que las estadísticas y los informes sobre competitividad a menudo ignoran.

“El juicio negativo sobre Italia surge de un clima de enorme y peligrosa confusión que afecta a la opinión pública interna, a los de adentro, a los observadores ya los inversores extranjeros”, explica Fortis. “Quienes hablan de declive lo hacen a partir del mal desempeño del PIB nacional. Que, sin embargo, no distingue entre un mercado interior postrado por la crisis y la austeridad, y el excelente desempeño internacional de las empresas, el turismo y la agroalimentación”.

¿Cual? “En 1999 -explica- nuestro país ocupaba el quinto lugar en la UE-27 por la balanza comercial normalizada en bienes manufacturados, en 2012 ascendió al tercer lugar”. Mientras la recesión y la austeridad reducen nuestra demanda interna, y con ella el PIB y el empleo, las empresas están cosechando éxitos: “Entre octubre de 2008 y junio de 2012, la facturación exterior de la industria italiana creció más que la de Alemania y Francia, dice Eurostat”. En 2012 "estábamos entre los únicos cinco países del mundo -junto con China, Alemania, Japón y Corea del Sur- en tener una balanza comercial exterior de más de 100 millones de dólares, para productos manufacturados no alimentarios". Y luego el turismo, otro supuesto indicador del declive nacional: “Somos los segundos solo por detrás de España en cuanto a pernoctaciones en Europa, e incluso primeros por turistas extracomunitarios, con 54 millones de pernoctaciones”.

Estos datos, reza el manifiesto, certifican que "Italia no es una de las víctimas de la globalización, al contrario: ha cambiado profundamente su especialización internacional, modernizándola y 'sincronizándola' con las nuevas exigencias del mercado". Ferruccio Dardanello de Unioncamere lo explica: "En los últimos años nos han dado repetidamente por condenados en los sectores tradicionales del Made in Italy: desde el textil-confección, pasando por el calzado, hasta el mobiliario que debería haber sido barrido por la competencia de los países emergentes" . Y en cambio “en esos sectores nuestras empresas han sido capaces de generar valor añadido, llevando la competencia a niveles inalcanzables para China e India”. No solo eso: Italia también ha conquistado nuevas especializaciones “incluso en aquellos sectores de alta tecnología que antes estaban reservados para otros. Está surgiendo un nuevo modelo de desarrollo, orientado a la sustentabilidad ya los mercados internacionales que debemos saber acompañar en los territorios explotando de la mejor manera posible, como sistema país, la enorme oportunidad de la Expo 2015”.

La brújula que el cartel Más allá de la crisis puntos al país es sólo eso. “En lugar de recitar el mantra de la decadencia – dice Ermete Realacci – debemos prestar atención al mensaje y a las peticiones de los muchos protagonistas de este Made in Italy renovado". Los cuales están afirmando “un nuevo modelo de desarrollo, pero perfectamente acorde con la gran vocación nacional: la calidad. El camino italiano hacia la economía verde, donde la belleza y la sostenibilidad ambiental son factores clave de producción. Como la calidad de vida, la cohesión social, el capital humano, el conocimiento local. Y donde la cultura, quizás combinada con las nuevas tecnologías, sea un vivero de empresas”. Entonces, continúa, “cuando hablamos de crecimiento, cuando escribimos medidas para el desarrollo, aquí es donde debemos comenzar. Hay espacio en el mundo y en el futuro para una Italia que hace Italia”.

Por lo tanto, esta es la receta contenida en el manifiesto de la Fundación Edison, Unioncamere y Symbola, necesitamos “una política industrial que se apoye en nuestros pilares: manufactura, turismo, cultura, agricultura, y en la economía verde”. Es “una política fiscal que desplaza la tributación del trabajo hacia el consumo de recursos, la producción de residuos, la contaminación. Que fomente la formación, la inclusión social y la contribución de los jóvenes y las mujeres a la sociedad y la economía italianas. Que apoye inversiones para competir en la economía real en detrimento de aquellas para especular en los mercados financieros”. Es necesario “fomentar la investigación, las TIC y no sólo la innovación tecnológica sino también la innovación organizativa, comunicativa y de marketing. Apoyar los esfuerzos de internacionalización de las cadenas productivas manufactureras, culturales y turísticas”. Nuevamente: “La burocracia debe ser eficiente y útil. Hay que acompañar a las empresas más pequeñas para que trabajen más en la red”. Infraestructura, incluso intangible: “Mejores redes de transporte y logística, menos aeropuertos italianos periféricos en rutas intercontinentales. Un esfuerzo promocional menos pulverizado ya menudo inconcluso para la imagen de Italia. Medidas para estructurar redes de distribución más fuertes, también en el exterior”. Luego las reglas: "La lucha contra la ilegalidad, la falsificación ysonido italiano debe convertirse en una prioridad esencial”. Por último, pero no menos importante, la necesidad y urgencia de “garantizar liquidez a la economía nacional: apoyar a las familias y reiniciar el consumo interno. Y para garantizar a las empresas, también gracias a un nuevo papel de Cassa depositi e prestiti, el crédito necesario para relanzar las inversiones".

Italia, concluye el manifiesto de la Fundación Edison, Unioncamere y Symbola "pueden hacerlo: simplemente hay que ponerlos en condiciones de poder hacer Italia".

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