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Economía circular: en Europa vale hasta 380 mil millones, pero Italia va lenta

El desafío de la economía circular no solo tiene beneficios ambientales sino también económicos: así lo certifica un estudio de Enel y Ambrosetti presentado en el Foro Cernobbio

Economía circular: en Europa vale hasta 380 mil millones, pero Italia va lenta

“La innovación es el 'combustible' de la economía circular. Pero Italia corre el riesgo de quedarse atrás y ser superada por otros países”. Con estas palabras el Consejero Delegado de Enel, Francesco Starace, presentado a la Foro Ambrosetti en Cernobbio el estudio sobre la economía circular titulado Europa circular. Cómo gestionar con éxito la transición de un mundo lineal a uno circular”, creado por la Fundación Enel y The European House – Ambrosetti en colaboración con Enel y Enel X. Lo que surgió fue una imagen que por un lado reconoce los esfuerzos programáticos de la UE en el sector, pero que por otro muestra que las economías del Viejo Continente siguen moviéndose sin ningún orden en particular. Precisamente subestimando el fuerte impacto que tendría sobre el PIB y sobre la economía una estrategia precisa en dirección a la circularidad.

La economía circular se correlaciona con 300-380 mil millones de euros del PIB europeo, según datos de 2018, y con 27-29 mil millones de euros solo en Italia. El estudio compara nuestro país con otros dos países donde Enel está presente, Rumanía y España (Grecia también estaría presente pero no está incluida en el análisis), e indica que, por ejemplo, ya estamos por detrás de España, donde la economía de la reutilización y la sostenibilidad vale una porción del PIB equivalente a 33-35 mil millones de euros. Al mismo tiempo, la economía circular está vinculada a unos 200.000 puestos de trabajo en Italia, 20.000 en Rumanía, 350.000 en España y hasta 2,5 millones en Europa de nuevo en 2018. El efecto sobre las inversiones se cuantifica en 8-9 mil millones de euros en Italia, 1-2 mil millones de euros en Rumanía, 9-11 mil millones de euros en España y un impacto global de 90-110 mil millones de euros en la Unión Europea en 2018.

Significativo también se estiman beneficios sobre la productividad laboral: unos 560-590 euros por empleado al año en Italia, 1.210-1.270 euros por empleado en Rumanía (el país con mayor impacto), 640-670 euros por empleado en España y 570-940 euros por empleado en total a nivel europeo. De los tres países en los que más se concentró el foco comparativo, “Rumanía -dijo Starace- ha mostrado una gran mejora en los últimos cinco años, España un progreso intermedio mientras que Italia se movió más lentamente en la transición a un modelo circular”.

Además de los beneficios económicos, obviamente existen beneficios ambientales, que menciona el estudio. La transición de materiales primarios a secundarios permite reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI): por ejemplo, teniendo en cuenta 4 materiales importantes para la industria (hierro, aluminio, zinc y plomo), la reducción media de Las emisiones de GEI por kg de material producido es igual al 73,5%. Además, un aumento en la penetración de las fuentes renovables en la producción de energía en un punto porcentual reduce los GEI en hasta 72,6 millones de toneladas de CO2 equivalente en Europa y 6,3 en Italia (es decir, aproximadamente la mitad de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero en el Municipio de Roma).

Si las instituciones aún no están del todo "encarriladas", a pesar del plan europeo, el estudio de Enel y Ambrosetti revela sin embargo que el mundo empresarial no esperaría para pasar a un modelo de economía circular: el 95% de la muestra considerar la economía circular como una opción estratégica para su empresa Sobre todo, una herramienta para obtener una ventaja competitiva en términos de diversificación, expansión de mercado y reducción de costos. Sin embargo, la mayoría de los líderes empresariales europeos cree que su país no está preparado para afrontar el reto: la incertidumbre sobre la creación de valor (43,6 % de las respuestas) y la falta de competencias (35,9 %) son las dos respuestas más frecuentes respecto a los impedimentos para el desarrollo. de la economía circular en Europa. 

“Si piensas en términos de economía circular, también hay que trabajar fuera del perímetro de una empresa, nadie puede trabajar solo”, concluye el director general de Enel Starace. De ahí “la invitación a nuestros reguladores ya nuestro Gobierno a prestar atención a estos temas, que tienen una fuerte relevancia. La innovación es el combustible de la economía circular, sin innovación la circularidad no avanza. Hay muchas soluciones posibles, pero si trabajáis juntos y abandonáis los viejos paradigmas encontraréis las mejores". Sobre todo, señaló la CEO de Enel X Francesco Venturini, es necesario “avanzar hacia una visión y una estrategia claras”.

Finalmente, el estudio identifica y recomienda diez áreas de intervención para estimular la transición circular. Aquí están:

  • definir para los Estados miembros deUnión Europea estrategias nacionales para el desarrollo económico circular;
  • redefinir el gobierno de la economía circular para apoyar una transición de 360° en todos los sectores;
  • apalancamiento legislación promover la transición circular;
  • crear condiciones de competitividad en comparación con soluciones no circulares;
  • utilizzare finanzas como palanca promover la Investigación y el Desarrollo y las buenas prácticas en el campo de la economía circular;
  • abordar la falta de una definición clara y de métricas homogéneas y exhaustivas;
  • transformar los modelos de negocio que generan basura en patrones circulares;
  • promover medidas transversales y coordinación para todos los sectores afectados por la transición a la economía circular;
  • aprovechar la economía circular para repensar las ciudades y los espacios urbanos;
  • promover la cultura y la conciencia sobre los beneficios derivados de la economía circular.

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