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Aquí están las súper multas para quienes tiren colillas, cartulinas o chicles al suelo

Cualquiera que ensucie la ciudad y el medio ambiente ahora se arriesga a una multa de hasta 300 euros. El Entorno Conectado aprobado en el Parlamento así lo prevé. Prevé un conjunto de medidas entre las que se encuentra la devolución del “depósito retornable” en bares, hoteles y restaurantes. Destina 35 millones para compartir coche y bicicleta. Satisfechos con Confagricoltura por los premios a las empresas más verdes

Aquí están las súper multas para quienes tiren colillas, cartulinas o chicles al suelo

Voy a venir multas muy altas para los que ensucian calles, plazas y lugares públicos en general. Tirar el recibo del bar a la calle después del café costará hasta 150 euros, mientras por una colilla apagada en la acera con el tacón de un zapato, el precio a pagar sube a 300 euros. El lo predice Entorno conectado que el Parlamento aprobó definitivamente ayer, 22 de diciembre.

 ¿Podrán las multas transformar a los ciudadanos italianos (pero también a los numerosos turistas extranjeros que se adaptan sin dificultad a las costumbres locales) en personas más atentas y respetuosas con el medio ambiente y las tierras públicas? Lo veremos pero mientras tanto podemos esperarlo tras la aprobación definitiva del Ambiente Conectado, una suerte de agenda verde del país que en 79 artículos marca el camino hacia la descarbonización y la economía circular. 

El artículo destinado a involucrar a todos los italianos es el que sanciona con multas de 30 a 150 euros el abandono en el suelo, en las aguas, en las alcantarillas y en los desagües -es decir, en cualquier lugar que no sea papelera, informa la agencia Ansa- de residuos de pequeño tamaño, desde chicles hasta pañuelos. Las multas se duplican si tiras al suelo colillas de puros o cigarros, para lo cual los Municipios deberán dotar de colectores especiales las vías, parques y lugares de concentración.

 Con la nueva ley, los animales dejan de ser bienes sujetos a embargo por parte de Equitalia, los pertenecientes al afecto o empresa del deudor, y los que se utilicen con fines terapéuticos o de asistencia al deudor, al cónyuge, a la pareja oa los hijos.

 Se podría pedir a los ciudadanos que traigan botellas de agua y cerveza. De hecho, de forma experimental y voluntaria, el "vacío retornable" está de vuelta en bares, hoteles y restaurantes., quien puede decidir aplicar un depósito en el momento de la compra, devolviendo el dinero si la persona vuelve a entregar el envase vacío.

En el frente de los residuos, los primeros culpables obviamente serán los Municipios. La nueva ecotasa sobre vertederos premia a las ciudades más virtuosas y penaliza a aquellas que no cumplen los objetivos mínimos de recogida selectiva, con posibles consecuencias positivas o negativas para el impuesto sobre residuos. 

El Conectado luego se pone en el plato 35 millones de euros para proyectos de movilidad sostenible. Por lo tanto, podrían surgir en la ciudad iniciativas de car-pooling, car-sharing, bike-pooling, bikesharing y bus peatonal, que en los últimos tres casos, además de reducir el smog, contraponen una vida sedentaria. Cualquiera que decida ir al trabajo en bicicleta estará cubierto por el seguro Inail en caso de accidente. Los italianos que quieran ser ambientalmente sostenibles tendrán una nueva herramienta, el "Made Green in Italy". Es una marca voluntaria para comunicar la huella ambiental de nuestros productos. Los consumidores podrán optar por favorecer las frutas y hortalizas certificadas “kilómetro cero”, o las producciones industriales de bajo impacto.

Confagricoltura aplaude hasta la aprobación definitiva de la disposición. Según la asociación de empresarios agrarios “finalmente se ha destacado el papel de la agricultura en la mitigación del cambio climático -comenta la Organización de empresarios agrarios- reconociendo su valor económico, como es el caso de la introducción de sistemas de retribución por servicios ecosistémicos y ambientales. ”.

 Con la nueva disposición, todos los servicios agrícolas serán remunerados, señala una nota de la asociación, "con especial atención a la fijación de carbono de los bosques y la arboricultura maderera, a la regulación de 

aguas en cuencas montañosas, para salvaguardar la biodiversidad y el paisaje. Además, con la introducción de la marca voluntaria “Made Green in Italy” que utiliza la metodología para determinar lahuella ambiental de los productos (PEF), será más fácil comprar productos de granjas sostenibles italianas”.

 

Finalmente, los contratos públicos de suministro serán “más verdes”, dando prioridad de compra a aquellos productos ya aquellas empresas que puedan demostrar su sostenibilidad de acuerdo a esquemas internacionales de calidad.

 

“La ley – explica Confagricoltura – va en la dirección que hemos tomado con la proyecto econube, dirigida precisamente a promover negocios agrícolas que hayan adoptado tecnologías y normativas de producción innovadoras, capaces de garantizar la mejora del rendimiento de los productos y, en particular, la reducción de los impactos ambientales.

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