“La definición y coordinación temporal de los programas de enajenación de participaciones accionarias en empresas controladas por el Estado y por otras entidades y empresas públicas que implemente el Ministerio de Economía corresponde a un Comité de Ministros”. Así lo prevé una enmienda al decreto de salvación de Roma firmada por Linda Lanzillotta (SC) y Massimo Mucchetti (PD), aprobada ayer por la Comisión de Presupuesto del Senado. El comité, según la enmienda, estará presidido por el primer ministro e integrado por los ministros de Economía, Desarrollo Económico y demás ministros competentes en la materia. La medida deberá ser confirmada por la Cámara.
“La dirección y responsabilidad política del plan de privatizaciones en el que trabaja el Gobierno se traslada del Ministerio de Hacienda al Palacio Chigi –subrayó Lanzillotta-. Es importante evitar repetir los errores del pasado, las desinversiones deben maximizar los ingresos pero teniendo debidamente en cuenta los aspectos industriales y de apertura del mercado. Las privatizaciones no pueden tener un enfoque puramente financiero y tecnocrático, como se ha hecho en el pasado, sino que deben ser parte de un plan más amplio para mejorar la industria italiana y abrirse a la competencia”.
Benedetto Della Vedova, portavoz político de Elección Cívica, subraya en una nota que “por la Acea se libra una batalla ideológica de retaguardia. La enmienda Lanzillotta, que en el marco de una operación primero de estabilización y luego de recuperación de la grave situación de endeudamiento de la Capital, también con ingentes recursos estatales, compromete una nueva venta de acciones minoritarias de la empresa municipal, es impecable y la aprobación obediente de una mayoría reformadora. En un momento en el que el Gobierno está lanzando un plan de enajenación a nivel nacional para atacar la deuda pública a través de activos, no está claro cómo deben ser consideradas en cambio acciones intocables de empresas municipales que, por ejemplo en gas y electricidad, operan en total sectores liberalizados. Por el contrario, una mayor apertura al capital privado podría ayudar a paliar el endémico flagelo del clientelismo en las empresas del Municipio”.
