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Costamagna: "Se va el CDP pero estamos aquí cedido"

De Fincantieri a Saipem, de Ilva a Alitalia y Open Fiber, el presidente Claudio Costamagna rastrea con orgullo el balance de todos los juegos jugados por Cassa depositi e prestiti pero advierte: "Estamos perfectamente en línea con las ambiciones del plan 2021 pero Gallia y estoy aquí de préstamo y tarde o temprano volveremos a nuestras actividades”

Costamagna: "Se va el CDP pero estamos aquí cedido"

“Como he dicho en el pasado, Fabio y yo estamos aquí prestados. Tarde o temprano volveremos a nuestras actividades. Tal vez en unos días, unas semanas o unos meses". Claudio Costamagna concluye así, con un toque de filosofía, la rueda de prensa dedicada a Resultados financieros 2017 de Cassa Depositi e Prestiti, más aún, al avance del plan trienal que, como subrayan en varias ocasiones el propio Costamagna y el consejero delegado Fabio Gallia, se encuentra a mitad de camino “perfectamente en línea con las ambiciones del plan 2021”. En definitiva, los nuevos inquilinos del Palazzo Chigi y el Ministerio de Economía querrán cambiar de timonel, no se encontrarán con sorpresas desagradables. Aunque muchos de los juegos en los que participa el Cajero todavía están abiertos. Incluido el de Fincantieri, ayer en el centro de ventas en bolsa.

“Pero el valor de las acciones –objetó Gallia– ha crecido cinco veces desde que comenzó la cotización. Y la empresa está en el centro de un gran proyecto de interés europeo junto a amigos franceses que, como sabemos, no son interlocutores fáciles”. Después de las autorizaciones antimonopolio, el buque insignia ítalo-francés podrá despegar incluso si la gobernanza aún no se ha definido (tal vez siguiendo el modelo de la exitosa experiencia de Stm). ¿Y Saipem? “Sería una locura que me conformase con el balance económico de la operación –admite Costamagna– que estuvo condicionado por la mala situación económica del sector. Pero hoy las cosas se ven mejor. Era nuestro deber defender una de las empresas estratégicas del país, la que más ingenieros emplea. Y no hay que olvidar que la intervención en Saipem se justificó con el objetivo de desconsolidar el grupo de ENI. Si no lo hubiéramos hecho, Eni no habría podido garantizar el dividendo actual que nos ha permitido cobrar 600 millones, más que el costo de la operación de Saipem”.   

Costamagna también se atribuye el mérito de la intervención en Ilva. “Gracias a nosotros ya los grupos que participaron en el consorcio hemos favorecido el resultado positivo de la operación. Ahora, si nos lo piden, todavía podemos hacer nuestra parte”. Mismo enfoque para Alitalia. “No se excluye una contribución nuestra, como socios exclusivamente financieros, en presencia de un plan industrial de nuestro agrado por parte de quien gana la empresa”. O para los desarrollos de Open Fiber, a la espera de que se aclare la imagen de Telecom Italia. "Veremos qué pasa - comenta Gallia - Sólo nos preocupa que Italia se dote de un activo fundamental para el país". Muchas otras cosas hierven en la olla de la Cassa. Incluso si los tiempos a menudo no coinciden con los horarios. En términos de desinversiones (ver Sia, por ejemplo). "Pero para bailar tango -comenta el presidente- se necesitan dos". En otras palabras, no es fácil convencer a los socios privados para que den el salto bursátil.  

El hecho es que, más allá de los resultados económicos directos, el CDP se ha confirmado como una de las palancas (lamentablemente pocas) de apoyo al crecimiento del Bel Paese. Como lo demuestra la evaluación realizada por Prometeia: el CDP aportó 40 mil millones al PIB (equivalente al 2,3%) después de haber realizado inversiones de 58 mil millones (9,2% del total nacional), ayudando a apoyar la demanda de bienes italianos en el extranjero (6,8 % de las exportaciones de bienes de capital). En resumen, un motor precioso, como lo demuestran los 490 empleados (2% del total italiano) que trabajan en varias empresas presentes en la galaxia CDP, un grupo que en 2017 puso a disposición del sistema 162 mil millones, entre los recursos generados por el grupo (90 millones) y los garantizados por el efecto apalancamiento (otros 70 millones). Sin duda, este esfuerzo fue posible gracias al año de remuneración de la financiación decidido en su momento por el ministro Pier Carlo Padoan, inevitable, según Gallia, tras el desplome de los tipos de interés que había dañado a la Cassa, dada la estructura de la recaudación ( pasivo en concentrado en el largo plazo, activo en el corto plazo) de la institución.

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