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¿Cuentahabiente deprimido? paga el banco

Curiosa sentencia del Tribunal Supremo sobre derivados: Banca Popolare dell'Adriatico debe indemnizar a uno de sus titulares por eludir a una persona incapacitada: las fuertes pérdidas en la compra de futuros sobre bunds y notionels llevaron a la extinción de los activos inmobiliarios del cliente y una grave crisis psicológica.

¿Cuentahabiente deprimido? paga el banco

¿Síntomas? Ansiedad, insomnio, depresión y megalomanía. ¿Las causas? La extinción de los activos inmobiliarios, por las cuantiosas pérdidas sufridas en Bolsa por el propio banco. ¿Las consecuencias? Crisis psicológica para el ahorrador y para la entidad de crédito la obligación de indemnizarle por la elusión de un incapaz.

La increíble historia surge de sentencia nro. 16674 de la Sala Primera de lo Civil de la Corte de Casación interpuesta ayer. Los jueces se vieron obligados a tramitar la reclamación de indemnización presentada por un titular de cuenta corriente de Banca Popolare dell'Adriatico, que se quejaba de las cuantiosas pérdidas sufridas como consecuencia de los contratos de compra de futuros sobre bunds y notionels. Operaciones en virtud de las cuales había visto extinguidos todos los bienes muebles que poseía.

Una situación lamentablemente común a muchos inversores, pero que el desafortunado titular de la cuenta en cuestión llevó a la Corte argumentando que precisamente en el período de realizar las compras más riesgosas se quejó de "síntomas psicológicamente relevantes", y por lo tanto hacer una reclamación de indemnización.

El Tribunal de Apelación de Milán (al confirmar la sentencia de los jueces de primera instancia) ordenó al banco pagar más de 15 mil millones de liras. Una decisión maduró como resultado de toda una serie de argumentos. Entre los cuales, sin embargo, también se encuentra un fuerte incumplimiento por parte de la entidad de crédito con respecto a las elecciones del cliente. Invitando, entre líneas pero no demasiado, al banco a desempeñar un papel de apoyo psicológico. Porque la situación era ciertamente anómala, dado que el cliente perdió 2004 millones en febrero de 4 y sólo 3 meses después estaba en números rojos por más de 14 millones.

En ese caso, el banco habría tenido que poner su gran experiencia técnica a disposición del titular de la cuenta.. Con el objeto de sensibilizarlo sobre los riesgos de las operaciones realizadas y limitar el riesgo de pérdidas. En resumen, el banco debería haber tenido una especie de función mayéutica al estimular la conducta virtuosa por parte del ahorrador, invitándole a adoptar conductas más adecuadas al perfil de riesgo. ¿Demasiado ahumado? Tal vez, pero luego los jueces también tratan de aclarar, enfatizando cómo el cliente debería haber sido "obligado" a firmar formularios de cesión y autorizaciones específicas para cada operación individual. Es cierto que las transacciones en derivados no son en sí mismas inadecuadas, pero el juicio siempre debe hacerse en términos concretos también con referencia, resulta, a la personalidad del propio titular de la cuenta.

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