Esta tarde Fulvio Conti, presidente ejecutivo de Enel, habló en el marco de una audiencia en el Senado. En primer lugar, señaló que los incentivos fotovoltaicos costarán a los ciudadanos italianos unos 140 millones de euros sin que, sin embargo, obtengan los efectos positivos adecuados para Italia, ya que estos fondos se utilizan "para comprar paneles chinos" y beneficiar a "alguna institución que los financia". Según Conti “se habla mucho de la necesidad de tener una fuente renovable determinada y se habla poco de cuánto cuesta. Es bueno saberlo. Todo ello sin un impacto tecnológico y laboral adecuado para Italia”.
El consejero delegado de Enel subrayó entonces que la incertidumbre regulatoria y fiscal que caracteriza al sector energético ha expuesto "casi peligrosamente" las acciones de la compañía y ha sido la base de una pérdida de valor "estimada en 8,4 millones de euros" en tres años. “Con la Tasa Robin -agregó- se grava una actividad regulada y se obliga a un sujeto a no poder trasladar el costo a inversiones, afectando así el estado de resultados de una de las pocas empresas que puede invertir en el país”.