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Comunicación institucional y digitalización para potenciar el patrimonio cultural

Cada vez hablamos más de poner en valor el patrimonio artístico, pero lo que más importa hoy es, sobre todo, preservar nuestro patrimonio, tanto público como privado, a partir de su digitalización.

Comunicación institucional y digitalización para potenciar el patrimonio cultural

¿Cuántos lugares culturales están en riesgo? Pensemos en el Museo Nacional de Río en Brasil que el pasado mes de septiembre un incendio arruinó gran parte de su colección o recientemente, Notre-Dame de París cuyos daños aún se están analizando. Sin mencionar el sitio de Palmyra en Siria y su destrucción. Aquí porque ningún lugar de cultura u otras obras de arte expuestas son inmunes a un desastre, ya sea natural o provocado por el hombre.

A la espera de que en Italia se apliquen leyes severas para la protección de los bienes culturales, comenzando - en caso de desastre - por completar la evacuación de todas las obras en riesgo (procedimiento ministerial ya aplicado en Francia) y luego prosiguiendo con una mayor control de todo lo que pueda estar en riesgo. Basta pensar en las bibliotecas -cofres del saber- ricas en documentos, manuscritos y libros de enorme importancia. Colecciones públicas pero también privadas, archivadas en tomos de papel y cuidadosamente conservadas pero no necesariamente digitalizadas.

La digitalización es una solución porque es una técnica de mantener un registro digital de un objeto o lugar, lo que de alguna manera asegura su preservación. Es posible proceder con la solución fotográfica de alta resolución en el caso de documentos no tridimensionales y para estos últimos, en cambio, el escaneo 3D que permite "capturar la forma" y obtener la copia exacta de un objeto o un lugar en tres dimensiones. Este proceso tecnológico es posible gracias a tecnologías innovadoras como la fotogrametría, la fotografía de alta resolución o los escáneres 3D.

Es por ello que la digitalización es cada vez más imprescindible en museos y colecciones privadas para una completa salvaguardia del bien artístico-cultural.

En el campo de la digitalización existen varias realidades más o menos especializadas y todas ellas son capaces de garantizar la protección del patrimonio antes de que sea destruido o incluso parcialmente arruinado. Algunos de estos están más especializados en la reconstrucción de sitios en peligro, otros en cambio donde la digitalización se ve como una prevención contra el deterioro y la conservación de obras de arte. Por lo tanto, la exhibición de la versión digital del objeto de arte permitiría la preservación del trabajo real.

Según Marika Lion, gerente de FIRSTARte, experta en el mercado del arte y Brand Heritage, así como en la comunicación institucional para el sector patrimonial a través de programas personalizados de valorización, declara: “Hoy en día es fundamental que estas nuevas tecnologías se apliquen ya que cada patrimonio puede ser copiado digitalmente. Solo así se salva su memoria. Por supuesto, esta reproducción digital no reemplaza el objeto físico, pero facilita tener una copia y compartir tu trabajo. Pero también un servicio que ha cobrado especial importancia en los aspectos patrimoniales, donde cada vez más es imprescindible disponer de un valor real del patrimonio para decidir las fórmulas de valorización. Por ejemplo, a menudo nos encontramos en presencia de colecciones de libros, pinturas, alfombras, joyas, adquiridas a lo largo del tiempo y de diferentes fuentes que, si no se acreditan, corren el riesgo de perder todo valor de mercado. Nuestra tarea es identificar el valor real de la colección, comprender su contenido, estudiar cada fuente y verificar su veracidad, así como, como se mencionó anteriormente, digitalizar las obras y los documentos que las acompañan y mejorar su uso por una amplia audiencia, con publicaciones y eventos. Un buen ejemplo de la tecnología al servicio del arte”.

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