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Cine: Tolo Tolo, Zalone desplaza a todos y se golpea a sí mismo

Récord de taquilla el día de Año Nuevo para la nueva y esperada película del director de Apulia, capaz de sorprender a la política, tanto a la derecha como a la izquierda: TRAILER.

Cine: Tolo Tolo, Zalone desplaza a todos y se golpea a sí mismo

Juicio del autor: 3/5

Un rufián empresario de la provincia de Apulia quiere abrir un restaurante de sushi donde reina la salchicha picante: obviamente fracasa y deja una montaña de deudas y acreedores, además de dos esposas. Huye a África donde las cosas no van mejor. y, como inmigrante ilegal, intenta volver a Italia siguiendo las rutas tradicionales de los inmigrantes. No falta nada. Desde autobuses sobrecargados de enseres domésticos en el desierto hasta las prisiones libias y finalmente el barco que se hundirá en el Mediterráneo.

Todo ello sazonado abundantemente con todos los clichés sobre los negros, sobre los inmigrantes, sobre la situación política italiana y los diversos personajes y personalidades que la componen, desde el pequeño empresario hasta el político más grande, desde el evasor de impuestos que se divierte en Kenia hasta el varios codiciosos, ignorantes y presumidos que muchas veces, por desgracia, pueblan nuestro país. todo esto es Tolo Tolo, escrita en colaboración con Paolo Virzì, dirigida e interpretada por Checco Zalone o Luca Medici. 

Comencemos por el tráiler, o más bien por el video, que anticipó el estreno de la película, suscitando un acalorado debate. Por un lado, los que le acusaban de ser “de derechas” y por tanto racista, xenófobo, machista. En el lado opuesto están quienes han visto en esas imágenes el flanqueo de las políticas de "izquierda" y por lo tanto el peligro de la aceptación, la amenaza a los "italianos primero", la invasión de posibles terroristas disfrazados de migrantes.

Un éxito rotundo que poco tuvo que ver con la película: fue solo la anticipación de los temas que se abordarán en la película. Entonces sucede que cuando vas al cine estas desorientado: el orden de los valores, la representación de la actualidad, la narración del país real se mete en una licuadora donde lo que sale no es precisamente emocionante. Como truco de marketing, una obra maestra. 

Zalone, con la ayuda de Virzì, ciertamente capaz y experto en este género (memorable vacaciones de agosto del 96 y, para recordar, Capital humano de 2014) dibuja un cuadro desolador de los dramas humanos que afectan no solo a Italia. Técnicamente, cinematográficamente, acierta bien en el cometido y lo hace con mano “comercial” con la mirada puesta en el gran público y, como era de esperar, se presenta en los cines el 1 de enero cuando se agotan las demás películas navideñas.

No faltan los chistes con efecto cómico aunque demasiado sofisticados para espectadores poco entendidos en los grandes temas de la política nacional e internacional (ver la cita del General Aftar y la crisis de Libia). el resultado es que básicamente nos reímos un poco y ese poco también es amargo. La gente de la sala (muchos niños) observaba con cierta perplejidad y aun cuando salían, los comentarios eran muy divergentes. Eventualmente, sin embargo. el resultado se logró en cualquier caso: en su primer día de estreno vendió más de 8 millones de entradas, un récord no visto en años para una película italiana. 

Detrás de Zalone, en la historia del cine italiano, hay ilustres maestros de este género y el primero de todos es sin duda Alberto Sordi en buena compañía con Nino Manfredi y Ugo Tognazzi. Se trata de pintar una sociedad en constante cambio, en una crisis existencial devoradora, de valores, de referencias ideales. En poco menos de dos horas de programa, porque estamos ante esto, no se le puede pedir más a un humorista.

Podría bastar con burlarse y poner vicios y virtudes italianas en el sedán y detenerse un momento antes de invadir la tragedia. Porque esto también dice Tolo Tolo, la tragedia humana de tanta humanidad que aspira a una vida mejor que la que encuentra en su propio país. No es fácil observar, revisar y describir todas las debilidades, incertidumbres, confusiones y atrocidades nacionales en un espejo distorsionado.  

No se puede dejar de dar a Zalone el mérito y el coraje de proponer una película de sustancia y contenido mientras en Navidad, como hemos escrito, los diversos Pinochos o la enésima reedición de las feudos cammoristas. Te guste o no, pero esto es lo que pasa el convento nacional en la política, en la sociedad y, por tanto, también en el cine. Todavía cinematográficamente hablando, es mejor ser cuidadoso que ingenuo.  

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