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Cine: "Suburbicon", el director Clooney cuenta la América profunda

Se estrena la película con los hermanos Coen escribiendo el guión: es la historia totalmente estadounidense de hechos reales en la década de 50, cuando una familia negra viene a vivir a una ciudad modelo - La película denuncia el racismo pero también la violencia doméstica a las familias blancas - Protagonizada por Matt Damon y Julianne Moore. También estrenó "Me paro cuando quiero Ad Honorem" pero raya en el aburrimiento y la banalidad

Cine: "Suburbicon", el director Clooney cuenta la América profunda

No pasa un día en los Estados Unidos sin que alguien muera por disparos directos o indirectos. Y sin embargo, todo, aparentemente, en ese gran país, discurre bajo una aparente normalidad. De lo contrario, la posesión, uso y abuso de pistolas, rifles, ametralladoras a veces se invoca como derecho y necesario tal como lo requiere una enmienda a su Constitución. Exactamente en estos términos reza "Todo es lo que parece" el subtítulo de Suburbicon , la película que acaba de estrenarse en los cines firmada por George Clooney a quien le dedicamos el revisión habitual en las películas que salen el fin de semana. ¡El guión, sin embargo, está firmado por los hermanos Coen y se nota! La marca registrada de los cineastas de FargoNo es un pais para ancianos es evidente y no traiciona las expectativas: la violencia dura y pura que el ser humano es capaz de ejercer en sus formas más evidentes y más allá de toda imaginación.  

Los hechos descritos en la película están tomados de hechos reales en la década de 50, cuando los problemas y las tensiones causadas por la discriminación racial en los Estados Unidos eran particularmente fuertes. En un pueblo modelo, todo casas pulcras y pintas y tranquilidad social, llega una familia negra y la comunidad local ve amenazado su propio jardincito de seguridad y garantía de bienestar. Todo el infierno se desata en las calles, pero también dentro de una familia aparentemente normal. Una trama criminal pone en marcha una cadena de horrores sin límites donde es difícil entender dónde están el bien y el mal.  

Cloney propone una película social fuerte, una representación de la ficción cultural y antropológica, que todavía rige no solo en muchas partes del mundo, sino también en las relaciones familiares internas que a menudo conducen a la violencia total. La película se desarrolla precisamente en estos dos planos paralelos y contemporáneos: por un lado la violencia contra la familia negra, por otro la feroz y sangrienta historia en el hogar de los protagonistas (Matt Damon y Julianne Moore). La razón económica no es indiferente en ambos escenarios: en el primero los habitantes de Suburbicom ven amenazada su inversión inmobiliaria, en el segundo está en juego la prima de un cuantioso seguro.  

La película se ve de buena gana incluso sin emociones particulares. El guión está bien ambientado y los tiempos fluyen de forma equilibrada. El efecto surrealista ya veces caricaturesco y paradójico buscado por los Coen hace apreciable la visión, aunque se refiera a secuencias y momentos muy dramáticos.  

Pd: esta semana la reseña de Me detengo cuando quiero Ad Honorem, la tercera entrega de la conocida y celebrada película firmada por el joven director Sidney Sibilia. De mala gana nos dimos por vencidos para no desmerecer los méritos del primer título de la serie que trajo suerte a la película. Tanto en el primer episodio la novedad, la creatividad y la diversión fueron fuertes y atrapantes, pero en cambio, tanto en el segundo como en este último episodio, rayó en el aburrimiento y la banalidad. Un pecado de presunción que se puede perdonar porque los números están ahí y es legítimo esperar más.

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