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Cine: Desobediencia, el sofisticado drama de la oscarizada Lelio

Sebastián Lelio dirige a Rachel Weisz y Rachel McAdams en una película sobre un poderoso choque de culturas, religiones y sociedades que roza los sentimientos pero roza el drama

Cine: Desobediencia, el sofisticado drama de la oscarizada Lelio

Juicio del autor: 

3 de cinco estrellas

Un otoño cinematográfico repleto de interesantes propuestas. La película de esta semana es Desobediencia, dirigida por Sebastián Lelio, protagonizada por Rachel Weisz y Rachel McAdams. La película fue, en nuestra opinión, injustamente clasificada en el género "sentimental" pero, en retrospectiva, es una historia sobre un poderoso choque de cultura, religión y sociedad que bordea los sentimientos pero desborda hacia el drama.

La historia trata de la hija de un rabino inglés que, tras su muerte, regresa para el funeral. En la comunidad donde creció, encuentra un antiguo amor suyo, ahora la esposa del discípulo favorito del rabino. Su regreso reaviva la pasión entre las dos mujeres. No será fácil decidir cuál es la mejor opción para la libertad de ser uno mismo, incluso frente a los ritos y costumbres que impone la religión en la que se cree.

Es una película sofisticada, complicada, importante. Sofisticado porque el director tiene que manejar un guión lleno de elementos polémicos y cambiantes, todos concentrados en los hombros de los personajes que muestran una notable habilidad actoral. Complicado porque trata un tema, el de las libertades individuales, en particular la relación homosexual, que todavía requiere mucho trabajo para ser aceptado y compartido correctamente. Por último, importante porque trata de la difícil convivencia entre el dogma religioso y la vida cotidiana. 

El director chileno, ya galardonado con un Oscar, poco conocido en las pantallas italianas, se da cuenta una película que merece ser vista, aunque solo sea porque nos ofrece un modelo estilístico y narrativo anómalo en comparación con el panorama italiano, a menudo presa de atajos fáciles hacia la comedia ligera y las costumbres incluso cuando quiere abordar temas difíciles.  

LAS OTRAS PELÍCULAS DISPONIBLES

También proponemos otros tres títulos, todavía desde hace unos días en los cines. El primero es viajar con adela, ópera prima de Alessandro Capitani con un Alejandro Haber, perenne consolidada, y los jóvenes Sara Serraioco. Este es el género cinematográfico "on the road" que también tuvo su fortuna en Italia (ver Carlo Verdone y Alberto Sordi). La historia es la de una niña con síndrome de deficiencia de conducta y su padre que inesperadamente descubre que tiene una hija fruto de una relación ya olvidada. La historia se desarrolla con ligereza, casi impalpable, tocando hilos delicados (el malestar mental, la relación padre-hija, imágenes de un sur degradado del país) pero no los toca con el tono adecuado. Tal vez demasiado ligero.

El segundo es Soldado, la esperada película de Stefano Sollima, ya conocido y consagrado director de la exitosa serie de Gomorra y más tarde de Suburra. Habitual película de acción en la frontera entre México y Estados Unidos, la habitual guerra entre el gobierno federal estadounidense y bandas criminales, las habituales acciones más o menos accidentadas entre tiroteos y despliegue de medios militares. No siempre está claro quiénes son los buenos y quiénes los malos. Nada que ver con el anterior Sicario, en la misma trama. Final sorpresa: Secuela declarada. Para los amantes del género es una película a mitad de camino: media línea más allá del costo de la entrada.

la tercera pelicula Fahrenheit 11 / 9 en verdad es un documental y pertenece a esa vena de películas políticas de gran importancia. Tras el éxito de la anterior Fahrenheit 9/11 esta vez Michael Moore invierte los números y nos habla del ascenso al poder de Donald Trump, que se produjo con su toma de posesión en la Casa Blanca el 9 de noviembre de 2016. Como es costumbre, Moore no da descuentos a nadie, y menos a los que supuestamente podrían o debería haberse opuesto políticamente a su elección, a la cabeza los demócratas y entre ellos, ante todo, Barack Obama y Hillary Clinton.  Uno puede o no estar de acuerdo con las tesis y razonamientos propuestos por Moore, pero sin duda algunos de los temas propuestos dejan huella.  como, por ejemplo, el sistema electoral estadounidense donde no gobierna quien obtiene más votos y donde más del 50% del electorado no acude a las urnas. Algo, al menos a nuestros ojos, no funciona. Para ver y recordar.

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