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China, el precio de la vivienda sigue cayendo: -1,2% en abril

Los precios de la vivienda en China continuaron cayendo un 1,2% en abril. Es el séptimo descenso consecutivo. Una cifra que es alarmante sobre todo si se vincula con la del crecimiento chino que el mes pasado frenó hasta el 8,1%. Según el gobierno chino, el número de viviendas vendidas también caerá, con un efecto en el crecimiento del país que podría descender al 7,5%

"¿Tu no ves? Las casas están vacías". Los bloques de pisos en el centro de Dalian, una ciudad portuaria de siete millones de habitantes, entre las más grandes de China, parecían colmenas deshabitadas en agosto del año pasado. Los economistas ya habían estado discutiendo el riesgo de la burbuja inmobiliaria durante algunos años. Daniel, el nombre en inglés de un estudiante chino de ingeniería informática en la Universidad Normal de Lianing, señaló las casas y no ocultó cierta preocupación. No hay señales de vida, excepto un letrero gigante de cristal líquido que anuncia una bebida energética.. Todo el edificio parece haber sido construido solo para sostenerlo. Y después de nueve meses, ese letrero sigue ahí y, dice Daniel, "los departamentos siempre están vacíos". 

Durante al menos ocho meses, el precio de las casas en China ha seguido cayendo. Y la caída parece imparable. En abril, el precio volvió a caer en 46 de las 70 principales ciudades del Dragón. Según las estadísticas oficiales publicadas hoy por el gobierno de Beijing, los precios el mes pasado volvieron a caer un 1,2%. Deslizamiento que se suma al del 0,7% de marzo, registrado sin embargo solo en 38 ciudades. Una cifra que ha alarmado a Pekín que espera que el crecimiento para el próximo año se ralentice hasta el 7,5% precisamente a raíz del desplome de las ventas. Medio punto porcentual por debajo del límite de seguridad que los inversores han fijado en un 8% de crecimiento, por debajo del cual China podría sufrir demasiado en términos de demanda interna e inversiones en infraestructura necesarias para crear puestos de trabajo.    

Un hecho que trae de vuelta viejos fantasmas, nunca ahuyentados por la verdad. Las primeras señales llegaron a finales de 2010 cuando el termómetro del precio de la vivienda mostró aumentos promedio del 4% en los últimos 90 años, con picos del 200% en la región de Guangdong. Shenzhen, Shanghái, Pekín, Dandong. Hasta Ordos, una ciudad desierta en el desierto chino de Hanyu Pinyin, en Mongolia Interior, una zona esteparia de arcilla y arena. Construida en poco tiempo, la ciudad de Ordos fue inmortalizada en marzo por las tomas de la BBC. Edificios vacíos para dos millones de personas en una ciudad de cien habitantes. Casi todos representantes gubernamentales en un área de crucial importancia estratégica por la abundancia de uno de los negocios más prolíficos de China, el de las tierras raras.

Burbuja y crecimiento lento, dos causas unidas. Un riesgo completamente ajeno al otro dato que alarma a las economías globales, que atañe al crecimiento de China, que sigue avanzando pero tiró de los frenos al 8,1%. Si el crecimiento de alta velocidad podía permitir el "préstamo blando" de los precios, ahora la desaceleración del PIB y el colapso de los precios corren el riesgo de crear una espiral que lleve a que lo "blando" se convierta en "duro". 

Según un informe de Citi, los precios de las viviendas seguirán cayendo otro 10 % en el transcurso del año, junto con una caída de las ventas estimada en torno al 15%. Estima que Jp Morgan, en cambio, revise a la baja, imaginando una caída del 20% en los precios dentro de los próximos 18 meses. Sin embargo, el mensaje es claro y radica en la creencia de que el precio seguirá cayendo, con el peligro de que el daño a la economía del dragón se refleje a nivel mundial.

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