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Champions League - Roma, empate atrevido y decepcionante con el Bayer: 4-4

La Roma vuelve a decepcionar: con dos goles de desventaja a los pocos minutos, se recupera e incluso se pone por delante pero en el 4-2 pierde la cabeza y es increíblemente superada en los últimos minutos de locura - Dos goles de robo de De Rossi, los habituales gratuitos -Tiro de Pjanic y gol de Iago Falque no son suficientes: ahora la Roma es última

Champions League - Roma, empate atrevido y decepcionante con el Bayer: 4-4

Roma se tira a la basura. El empate del Leverkusen, resultado que habría sido bastante bien recibido en la víspera, debe entenderse como una semiderrota a la luz de lo ocurrido en el BayArena. Juego loco como nunca antes, divertido y emocionante para los aficionados neutrales, un poco menos para los de la Roma. Quienes, en fin, han visto a su equipo empezar muy mal, levantarse con una oleada de orgullo, apoderarse del campo como un grande de Europa, tirarse en una final increíble. 

Queda así un absurdo y peligroso 4-4, que complica la vida en la continuación del grupo. Los giallorossi siguen últimos de grupo y ven el próximo partido (en el Olimpico contra los alemanes) como un verdadero desempate: el 4 de noviembre solo podrán ganar, al revés sus ambiciones europeas terminarán en un ático lleno de remordimientos.

“Estamos decepcionados por cómo han ido las cosas, pero este sigue siendo un buen punto de partida”, comentó García. – Lamentablemente encajamos demasiados goles y la culpa no es solo de la defensa sino de todo el equipo”. Errores defensivos (por no decir horrores) aparte, queda la sensación de una Roma demasiado frágil a nivel mental, casi como si el "jardín" de la Champions, más que generar estímulos, generara miedos difíciles de resolver. . 

No puede ser casualidad que 6 de los goles encajados hasta el momento (8 en total) hayan llegado en la primera parte, y eso al margen del adversario. Porque el planteamiento de los giallorossi, tanto si se enfrentan al Barcelona como al Bate Borisov, siempre es erróneo. Incluso en el Leverkusen, pese a lo que estaba en juego, se escenificó un comienzo tan malo como para dejar casi incrédulos. 

No habían pasado ni 20' y el Bayer ya estaba arriba por 2 goles (dos goles de Chicharito Hernández, el primero de penalti), ambos fruto de clamorosos errores defensivos: pase de mano de Torosidis pero el segundo (balón perdido por Digne y toque en fácil fácil que mexicano) es del código penal! De espaldas a la pared y con un pie (abundante) fuera de la Champions, la Roma empieza a jugar. Grandes protagonistas, como el sábado ante el Empoli, De Rossi y Pjanic. 

El primero marca 2 goles de robo (30' y 38'), el segundo, tras servir una asistencia de su compañero, pone en ventaja a su equipo con la especialidad de la casa (ahora conviene decirlo): el lanzamiento de falta desde el límite. El bosnio se los lleva como si fueran penaltis, tanto que sus compañeros hacen todo lo posible por conseguirlos, incluso por medios ilícitos: esto, por ejemplo, el propicio Nainggolan "resbalando" sobre el rival, todo ello con la amable colaboración del colegiado Kassai. . Que, a decir verdad, ha cometido varios errores por ambos lados. 

Los alemanes se tuvieron que quedar en el 10 por una falta de Papadopoulos sobre Gervinho (clara ocasión de gol), lo mismo que los giallorossi por una intervención de Nainggolan (ya amonestado por torpe simulación) sobre Hernández. En cualquier caso, la Roma se encontraba con un gol de ventaja y, en el minuto 73, incluso duplicó la ventaja: asistencia de Gervinho a Iago Falque y un punto en el sensacional 2-4. ¿Juego sobre hielo? De ninguna manera. Porque con este equipo todo es posible, incluso quedar atrapados con 2 goles de ventaja a pocos minutos del final. 

En el 84' Kampl atrapó el comodín desde fuera del área y, 2' después, Mehmedi encontró el 4-4 gracias al enésimo ingenio defensivo de García. Y en la recuperación Hernández, en general incrédulo, incluso estuvo cerca del 5-4, mostrando una vez más todos los límites de la personalidad de la Roma. Tendrá que resolverlos si quiere salir adelante en esta Champions que ahora se le ha puesto muy difícil: se necesitarán al menos dos victorias con el Bayer y el Bate Borisov, resultados que, además, pueden no ser suficientes.

De hecho, mucho dependerá del Barcelona, ​​que en la última jornada (probablemente sin más goles en la clasificación) aparecerá en el Leverkusen justo después de desafiar a los giallorossi en el Camp Nou (y allí, sin embargo, los puntos seguirán igualándose). ser pesado). Todo esto por 2' de locura, por eso en Roma, a pesar del empate fuera, no es momento de celebrar.

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