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Cataluña: independencia en un año

El presidente Carles Puigdemont está decidido a avanzar hacia la 'desconexión' de la metrópoli y empieza a pensar en las posibles salidas para una secesión que debería llegar en verano de 2017 - Dos caminos a seguir: referéndum de independencia o elecciones constituyentes de la nueva republica

Cataluña: independencia en un año

El Barcelona no para pese a las amenazas del Madrid. Los catalanes siguen de frente, a pesar de la reacción cada vez más contundente del Gobierno central.

El presidente Carles Puigdemont está decidido a avanzar hacia 'desconexión' de la madre patria y empieza a pensar en la posible salida de una secesión que, en base a las promesas realizadas en los últimos meses, debería llegar en verano de 2017.

La portavoz del Gobierno catalán Neus Monté también confirmó el calendario anunciado, según el cual las instituciones independentistas de Barcelona quieren cerrar el 'proceso' en un añoa pesar de las amenazas del gobierno de Madrid y del tribunal constitucional español.

Según las previsiones, podría haber dos caminos a seguir para conseguir la independencia: un nuevo referéndum, unilateral o pactado con Madrid (esta última hipótesis es remota) o alternativamente la convocatoria de elecciones 'constituyentes' de la nueva “República”.

Es una pena que tanto para el Gobierno central como para los jueces constitucionales españoles ambas opciones sigan siendo ilegales e inconstitucionales.

El domingo, durante las celebraciones independentistas de la Diada, la fiesta nacional catalana, celebrada hace tres días, Puigdemont también anunció que a finales de septiembre presentará una propuesta formal relativa a la celebración de un referéndum vinculante sobre la independencia, con la intención de llegar a un acuerdo con España, que atraviesa una crisis política de nueve meses y con la perspectiva de volver a las urnas por tercera vez en un año.

Mientras tanto, el 20 de septiembre el Tribunal Constitucional español podría iniciar el procedimiento de destitución de la presidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell, por "desobediencia" que, sin embargo, Barcelona no tiene intención de aceptar. Ocho días después, el presidente pedirá la confianza de sus diputados y formulará la propuesta de referéndum que Madrid, con toda probabilidad, devolverá al remitente.

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