La situación en la Franja de Gaza es cada vez más límite. Tras los ataques aéreos israelíes contra objetivos de Hamás y la respuesta palestina, los muertos ascienden a 70 heridos. Más de veinte mil soldados israelíes llamados a la reserva, listos para la iniciativa terrestre. Listos como los tanques desplegados al borde de la franja.
El presidente saliente Shimon Peres, entrevistado por Becky Anderson de CNN, dice que está haciendo todo lo posible para evitar el ataque terrestre. “Si el bombardeo se detiene”, dice, “no habrá necesidad de invadir el otro lado de la franja”. Pero también agrega que los tanques desplegados en la frontera están listos en caso de que esto no suceda. No da una fecha, pero el ultimátum es más que claro: o acaban los ataques aéreos, o los tanques marchan sobre Gaza y disparan.
Ha pasado poco más de un mes desde que el Papa Francisco reunió a Shimon Peres y Abu Mazen en los jardines del Vaticano para hablar de paz y orar juntos. Realmente parecía el principio del fin de los conflictos que atormentan la región entre Israel, Palestina y Cisjordania. Los acontecimientos de los últimos tres días, y los aún más preocupantes que se avecinan para los próximos, han barrido con decisión el aire de paz que se respiraba en aquella visita.