2013 comienza con una explosión. La caída de la Juve hace ruido, por no decir revuelo. Los bianconeri fueron derrotados por la Sampdoria después de liderar por un gol, con un hombre más para arrancar. El partido del Estadio fue un escenario perfecto para la imprevisibilidad del fútbol: ¡ay de dar por hecho un resultado hasta el pitido final! Sobre todo si sobre el césped hay un tal Icardi, que creció en el canterano del Barcelona y aterrizó en la Sampdoria casi por accidente. Se suponía que el argentino se iría al Mundial Sub 20, pero Delio Rossi lo bloqueó en el último minuto y, dados los resultados, no sorprende.
Pero la derrota de la Juve nació también, si no sobre todo, de deméritos blanquinegros: mantener abierto un partido casi cerrado fue un crimen imperdonable. “Me cuesta metabolizar la derrota, pero es parte del juego – declaró amargamente Antonio Conte. – No fue una actuación que recordaremos con gusto. Estábamos justo arriba por un gol, y con 11 hombres contra 10. Es un partido que nos debe hacer pensar, y lo necesitamos para crecer. Es molesto perder este tipo de juego, al contraataque. A la Sampdoria le fue bien en el cierre, también tuvieron suerte, sin embargo los felicito. Pero estoy muy decepcionado. Son juegos para ganar. Nuestros resultados son fruto del trabajo, del sacrificio, de la ferocidad”.
Sin duda, los bianconeri se han visto afectados por algunas ausencias importantes, sobre todo las de Chiellini (hay que revisar a Peluso), Vidal y Vucinic, que sólo entró durante el partido. “Estos dos meses serán delicados por las lesiones y contusiones que tenemos – admitió Conte. – Una cosa es jugar con dos o tres fuera, con cuatro o cinco cambia de tema. Tendremos que apretar los dientes y darlo todo".
El entrenador señaló entonces con el dedo al árbitro Valeri, culpable de no haber concedido dos penaltis sacrosantos a la Juve, además cuando ganaba por un gol. “El de Matri fue riguroso, impecable. Entonces Gastaldello ceñió a Bonucci en el área, y eso también fue penalti. Significará que a partir de hoy tenemos crédito…”.
Y decir que el partido había empezado bastante bien. Los bianconeri habían pisado inmediatamente el acelerador y en el minuto 24 se habían adelantado con Giovinco, frío y preciso en convertir un penalti cobrado por Marchisio. En el minuto 31 la expulsión de Berardi (segunda tarjeta amarilla por falta sobre Barzagli) parecía haber allanado definitivamente el camino a la Vieja Dama, luego cambió la marea. Al comienzo de la segunda parte Icardi aprovechó un contragolpe y batió a un culpable Buffon, bastante torpe en el pie derecho del argentino. Pero la sorpresa llegó en el minuto 69, cuando el "habitual" argentino puso al portero de la Juventus en su poste.
Allí se apagó la luz sobre la Juventus y sus delanteros, en concreto sobre Vucinic, autor de un larguero y un error con un gol desguarnecido. El problema del goleador sí existe, de hecho los bianconeri están dando vueltas. “Es obligatorio que un club como la Juventus lo haga – admitió Marotta. – Sin embargo, es evidente que no siempre hay oportunidades que puedan conciliarse con la lógica económica de cada empresa”. El mensaje es claro: sí al top player, pero solo para determinadas figuras. ¿Entendido Drogba?
