El mercado mundial del espresso no conoce crisis ya que el consumo del grano está en constante aumento (165 millones de sacos vendidos en todo el mundo, 100 millones empleados), y en particular del tostado italiano, cafeteras espresso profesionales y doméstico con actividades inducidas relacionadas. A ello hay que sumar la inmensa audiencia de establecimientos que giran en torno a las bebidas frías y calientes pero que hacen del espresso el motivo mismo de su apertura. Y entre adquisiciones y movimientos son las multinacionales las que se agitan porque el trato, estrechamente ligado a los distintos estilos de vida, crece a dos dígitos cada año.
Por ejemplo, a falta de estadísticas homogéneas, se sabe que el mercado mundial de máquinas de todas las tecnologías, profesionales, para pequeñas comunidades y domésticas, por sí solo vale, según Statista, casi 6 millones de dólares (exactamente 5,88 como previsión para 2019). El de las cafeteras express debería (imprescindible el condicional) valer casi 2,5 millones de dólares con una tasa de crecimiento superior a todas las demás y con picos excepcionales en Asia. Especialmente Corea y China. Cuyas clases medias y jóvenes persiguen una forma de vivir y consumir espresso que los acerque al estilo de vida occidental.
Smeg y La Pavoni juntos
El último movimiento se refiere a Smeg, una empresa italiana que se ha especializado en la producción de electrodomésticos de diseño durante más de setenta años, que ha anunciado la adquisición de La Pavoni, empresa histórica en el sector de la producción de máquinas de café domésticas y profesionales, fundada en 1905, con sede en Milán, finalmente desembarcó en un… puerto seguro, el de un fuerte Made in Italy y glamour mundial. La característica más conocida de La Pavoni está ligada a su ilustre pasado, aunque no solo eso; las espléndidas máquinas de café espresso de bomba todavía están en demanda, en metales preciosos, incluso en oro, hechas a mano, con detalles muy precisos. Y del típico estilo de antaño que, en las estanterías de los puntos de venta, anonimiza trivialmente a todas las demás máquinas, incluso a las de diseño.
SMEG, con la operación de comercialización del acuerdo con Dolce Gabbana ha dado un salto extraordinario en los mercados mundiales (facturación de más de 700 millones de euros y exportaciones en todo el mundo) logrando vender electrodomésticos italianos, únicos y distinguibles a precios elevados. Mientras tanto, sin embargo, queda muy poco italiano en el sector del espresso doméstico: con la excepción de DeLonghi, que ha conseguido convertirse en el número 1 mundial en espresso de alta gama con un porcentaje en torno al 25% del mercado mundial, e incluso 69% del mercado italiano.
Saeco ya no es italiana, es propiedad de Philips, pero la mayoría de los electrodomésticos se vuelven a fabricar en el centro italiano del espresso, en Gaggio Montano, en la provincia de Bolonia, donde se fundó y donde también se encuentra la otra histórica marca italiana. Gaggia, produce sus máquinas tras ser adquirida por Philips y posteriormente por N&W (hoy Evoca, italiana, propiedad del fondo Lone Star), había adquirido en 2015, las marcas Saeco y Gaggia sólo para la fabricación, todavía en Gaggio Montano, de máquinas profesionales.
Pero incluso Lone Star ha puesto a la venta recientemente las dos empresas por las que demostrar un interés real parece haber permanecido De'Longhi. Sin embargo, corrió una suerte completamente diferente el sector de las máquinas profesionales, para bares y restaurantes, que todavía ostenta una supremacía tricolor a nivel mundial y que, de hecho, obtiene considerables ventajas de esta pertenencia. Pero dado que el gigantesco mercado mundial del café, en todas sus formas, es uno de los pocos terrenos de caza de las multinacionales, debemos esperar nuevos movimientos. y el siguiente Host World Fair que tendrá lugar en Milán del 18 al 22 de octubre tal vez podría reservar algunas sorpresas.
Desde el blog la casa de paula.
