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Brasil, Temer en problemas: autorizó sobornos

Según unas escuchas telefónicas en el marco de la investigación del escándalo de Petrobras, que ya involucró a Dilma Rousseff, la actual presidenta brasileña también está involucrada en una ronda de sobornos. La respuesta: "No renuncio, soy víctima de una conspiración" - Ya pidió juicio político.

Brasil, Temer en problemas: autorizó sobornos

Otro escándalo político en Brasil, nuevamente a raíz de esa investigación, sobre la petrolera nacional Petrobras, que ya había volado por los aires al gobierno anterior, encabezado por Dilma Rousseff. De acuerdo con algunas grabaciones de hecho el actual presidente Michael Temer habría autorizado sobornos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara, Eduardo Cunha. Así lo anunció O Globo subrayando que el objetivo de Temer era evitar nuevas acusaciones vinculadas a la investigación Lava Jato, las "Manos Limpias" brasileñas.

Poco después, Brasilia negó y Temer afirmó "que nunca pidió silencio al exdiputado Cunha". Los dos empresarios que han levantado el revuelo mediático son Joesley y Wesley Batista, dueños de uno de los grupos golpeados por el escándalo de la carne en mal estado vendida a cambio de sobornos por parte de 21 empresas. Los dos tienen un trato con la oficina del fiscal para exponer los intentos de Temer de barrer todo debajo de la alfombra.

Ya se ha buscado juicio político por Alessandro Moron de Sustainability Network, un partido de oposición liderado por Marina Silva. Senadores del partido de los trabajadores, cuyo fundador es el ex presidente Lula, discutieron el caso en una reunión nocturna. Según los informes, Joesley Batista se reunió con Temer el 7 de marzo, grabando la conversación en la que el presidente lo autorizó a pasar un soborno a Cunha, quien se encuentra en la cárcel tras ser condenado por recibir millones de dólares en sobornos en el marco del escándalo de la fondos negros del gigante Petrobras.

“Hay que seguir haciéndolo”, estas habrían sido las palabras de Temer. Por ello, el Partido de los Trabajadores y otros cinco partidos han pedido la dimisión del presidente y elecciones anticipadas. Los hermanos Batista ahora ofrecen registro a cambio de una sentencia reducida. Temer, por su parte, da a conocer que no quiere renunciar y que solo es víctima de una conspiración. Este caso de juicio político vendría después del de la expresidenta Dilma Roussef, de quien Temer fue diputado. Todo proviene de la madre de todas las investigaciones, la del escándalo de Petrobras que vio a los peces gordos de la construcción pagar sobornos de miles de millones de dólares a políticos prominentes, especialmente para la adjudicación de contratos.

Predecible el desplome de la Bolsa de Valores de Brasil tras el escándalo político: al inicio de la sesión, el índice Bovespa perdió un 10%.

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